Política

la alianza Yahleel-Cabeza de Vaca-Rivas.


SENTIR CÍVICO

Álvaro Morales

Yahleel, la que se fue

La crónica de una traición anunciada resulta ser la renuncia de Yahleel al PRI para ir como candidata del PAN a la alcaldía. No fue genuina, no fue al vapor, ni es por amor a Nuevo Laredo. O tal vez no es traición, sino la realidad sin caretas del ya famoso PRIAN, la traición al pueblo en donde al fin podemos ver, sin tapujos, la verdad de la alianza espuria y de facto de estos dos partidos.https://f1dedf65e365728ee107bd10c283871b.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-37/html/container.html

Dice Yahleel que lo hace por amor al pueblo para poder frenar “el daño que ha provocado Morena”. Es evidente que está muy distante de la realidad. El mayor daño provocado a nuestro Estado proviene de Ciudad Victoria, del Gobernador, a quien nunca frenó. Lejos de tomar su papel como oposición en el Estado, siendo diputada local, se entregó al sistema, se benefició de él, recibió apoyos, despensas para repartir, dinero, entre otras cosas para impulsarla. Se vendió al mejor postor que pudiera darle la certeza de continuar su vida política beneficiándose del dinero público.
Yahleel sale del PRI para irse como candidata del PAN a la alcaldía de Nuevo Laredo; nada nuevo; algo que venía anunciándose desde hacía tiempo. En el 2014 se inició su alianza con Cabeza de Vaca, cuando buscaba la diputación federal y Cabeza de Vaca era senador en busca de la candidatura a la gubernatura del Estado. Eran momentos del Pacto por México, venían la candidaturas y el dinero por el Pacto, podía Cabeza sacrificar Nuevo Laredo pues el PRI necesitaba aliados. En ese tiempo se ayudaron mutuamente, pues Cabeza de Vaca no quería que ganara la candidata panista, Laura Zárate, ya que dicho triunfo fortalecería a Carlos Canturosas en la carrera por la gubernatura. Por sus propios intereses inició la mancuerna, Cabeza de Vaca metió la mano en la organización electoral del PAN en la frontera chica y operó para que Zárate perdiera, aun cuando se tenía un triunfo en Nuevo Laredo. Así se perdió la frontera chica y desde entonces comenzaba la alianza Yahleel-Cabeza de Vaca-Rivas.

Después, siendo ella diputada federal, el romance con el PAN continuaba. Cercana a Enrique Rivas, la veíamos con él en muchas partes, relación que le sirvió como trampolín a lo que hoy vemos. Como diputada local, sirvió sólo a los intereses del Gobierno del estado, por eso no lo atacó, por eso no firmó la acción de inconstitucionalidad. La alianza comenzaba a darse desde hace mucho tiempo.

No sorprende la decisión de Yahleel. Lo que sí sorprende es el cinismo con que dice que es para “frenar a Morena”. ¿A poco tanto miedo le tienen a Carmen Lilia Canturosas que hasta sacrifican sus máscaras para mostrar al verdadero PRIAN? Hipócrita resulta Yahleel, cuya principal labor era la de frenar a Cabeza de Vaca, quien realmente le ha hecho mucho daño al Estado y al Municipio, pero terminó siendo su lacaya. Sorprende tanta falsedad, la realidad de las cosas es que Yahleel tiene intereses personales y vio en el PAN la posibilidad de poderlos realizar, de manera frívola y sin lealtad.

¿Qué pasará con los panistas puros? ¿Agacharán la cabeza para aceptar a Yahleel disfrazando su coraje con loas? ¿O será como en el 2013, cuando levantaron la voz contra la designación como candidato de Carlos Canturosas? ¿Cuánto miedo le tendrán al Gobernador para quedarse callados?

¿Qué pasará con los priistas que se han quedado firmes a su partido a pesar de la debacle? ¿Seguirán a Yahleel al PAN? ¿Participarán con entusiasmo en la contienda o sólo serán candidaturas testimoniales? ¿Seguirán con la mujer que sistemáticamente ha traicionado al pueblo en su defensa? Aunque habremos de admitir que tiene una gran lealtad a sus propios intereses y su precio ya fue establecido, y se supo vender caro.

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