Por Oscar Díaz Salazar
La designación (que no elección) de los candidatos del PAN a los diversos cargos de elección popular, que se estarán disputando a mediados de este año, provocará una serie de ajustes en el aparato administrativo del gobierno de Tamaulipas.Uno de estos movimientos que más expectación causa entre los interesados en la política local, es el del personaje llamado a sustituir al secretario general de gobierno, César Augusto Verástegui, a quien se le ubica como candidato a diputado federal por el distrito de la región cañera.En el círculo cercano al gobernador, se menciona que puede ser convocado a ocupar la dependencia que se supone es la segunda al mando, la numero dos en el organigrama, la oficina que le sigue en poder e influencia a la del gobernador, a la Secretaria General de Gobierno, se espera llegue quien ocupó un espacio similar en el gobierno municipal de Reynosa que presidió el actual gobernador. Me refiero al Lic. Horacio Ortiz Renán.Horacio Ortiz, «Lacho» para sus amigos, es actualmente presidente del Supremo Tribunal de Justicia de Tamaulipas. El Notario Público de Reynosa, Ortiz Renán, es cabeza de uno de los tres poderes en el Estado de Tamaulipas. Aunque en la formalidad es titular de un poder independiente del Ejecutivo, en la realidad es un subordinado del gobernador, y está ahí porque así lo dispuso su jefe político, Cabeza de Vaca.Sin ser amigo de la infancia o juventud del gobernador, Horacio Ortiz es parte del equipo compacto del mandatario texano. Se integró al equipo de Cabeza de Vaca desde la segunda campaña por la alcaldía de Reynosa. Apostó y aportó fuerte al proyecto político ganador, y la retribución pactada (y respetada) fue la Secretaría del Ayuntamiento.No completó el trienio, en el que por cierto se mencionó como probable candidato en la sucesión de Cabeza de Vaca. Su salida prematura fue necesaria para afrontar litigios relacionados con su identidad legal y con la expedición de documentos en una de las oficinas a su cargo.Horacio Ortiz Renan se maneja con discreción. Ha sido el abogado de confianza del gobernador. Aunque recurra a otros abogados especializados, como es el caso de los «expertos» en derecho electoral, ex magistrados electorales que cobran millones; o el despacho de Gil Zuarth, en el que más contratar abogados, se comparte el botín; o el Asesor jurídico oficial, Abelardo Perales, a quien escucha, pero no hace caso, por encima de todos estos, el abogado de confianza es Horacio Ortiz.A Horacio Ortiz le tocó una época difícil en el Poder judicial. Un tiempo en el que se desplomó el nivel de los funcionarios. En este tiempo se han designado magistrados con un currículum que cabe en una tarjeta media carta; sin carrera en el poder judicial; con antecedentes de cobradores o chalanes del ayudante del asistente de Fulanito.En descargo del titular del poder judicial, Horacio Ortiz, les diré que en Tamaulipas el único poder que puede es el Ejecutivo. Si el equipo humano para impartir justicia es rabón, es porque así lo quiso el gobernador.Pero regresando al tema original de este escrito, les diré que Horacio Ortiz Renán es uno de los colaboradores del gobernador al que se augura protagonismo en el tramo final del sexenio, e incluso después de la salida de Cabeza de Vaca, cuando requiera que le cubran la retirada.
