COVID-19, aumenta el riesgo de suicidios
Ahora más que nunca es urgente que se trabaje en la prevención del suicidio, ya que es un hecho que las consecuencias emocionales que a traído el COVID-19 han sido devastadoras para la población.
En este tenor el Diputado Juan Enrique Liceaga Pineda apunta que es urgente que se deben redoblar esfuerzos para crear conciencia sobre el suicidio y sus causas, porque es una asignatura pendiente con la sociedad, por lo que es momento de crear estrategias que coadyuven a la superación de estos problemas sociales y de salud:
“Los números son alarmantes y las políticas públicas para su atención nunca serán suficientes, por ello se requieren espacios para brindar atención especial al sector adolescente y juvenil, grupo más vulnerable en cuanto a problemas con la depresión, consumo de sustancias adictivas y conflictos familiares”, enfatizó.
El legislador considera de suma importancia que se promuevan acciones que permitan difundir medidas preventivas, de identificación de riesgos y atención a los principales trastornos que pueden llevar a una persona a quitarse la vida:
“El suicido representa la segunda causa de defunción entre las y los jóvenes de entre 15 a 29 años, de tal forma que no es un asunto menor y merece toda la atención necesaria para centrar acciones preventivas”.
La prevención del suicidio se considera como un servicio básico en la protección de la salud, a nivel legislativo se aprobó reformas para que la Secretaría de Salud de Tamaulipas, proponga, diseñe, desarrolle y aplique programas de prevención a estas acciones en niñas, niños y adolescentes, en coordinación con las autoridades educativas, pero es un hecho que en el día a día hace falta el cumplimiento de lo que dice la ley.
En este contexto la Organización Panamericana de la Salud (OPS) advierte que la pandemia por COVID-19 puede exacerbar los factores de riesgo de suicidio por lo que se hace necesario hablar del tema en forma abierta y responsable, permanecer conectados aún durante el distanciamiento físico, y aprender a identificar los signos de advertencia para prevenirlo.
Es un hecho que el COVID-19 está afectando la salud mental de muchas personas. Datos de estudios recientes muestran un aumento de la angustia, la ansiedad y la depresión especialmente trabajadores de la salud, que, sumadas a la violencia, los trastornos por consumo de alcohol, el abuso de sustancias, y las sensaciones de pérdida, son importantes factores que pueden incrementar el riesgo de que una persona decida quitarse la vida.