Viven enfermos de Covid agresión social
Ser portador de Covid-19 o si quiera sospechoso suele derivar en una discriminación no sólo de la gente incluso de la familia y hasta los amigos.
Gustavo pensaba a su regreso al trabajo en cuanto se recuperara del Covid-19, sería todo normal, pero no fue así, en cuanto se enteraron que estaba enfermo, después de tres meses de haber dejado el hospital es como si fuera un “apestado”.
“Casi todos me sacan la vuelta, no se diga si paso a un lado de ellos, o que de pronto el polvo me haga estornudar, hacen caras y se quitan de donde estoy, y sacan sus rociadores”, develó Lara.
Comentó que una de las secuelas que le quedó es una ligera tos, que según los doctores le han manifestado que desaparecerá, de hecho está en terapia pulmonar en el IMSS, para ayudarle a que sus órganos se recuperen.
“A estas alturas me duele más el rechazo de la gente que la secuela esta que tengo, cuando deberían de pensar que todos somos vulnerables a contagiarnos y recontagiarnos, pero eso no nos da derecho a etiquetar o discriminar a las personas positivas o sospechosas con coronavirus”, expresó Gustavo.
Incluso ya habló con su jefe para trabajar desde casa, ya que el acoso es tal que no se siente tranquilo, se ve “etiquetado”, por lo que ya no quiere salir.
“Lo único que le pido a la gente es que se ponga en nuestros zapatos, todos estamos vulnerables a contagiarse, tenemos la necesidad de salir a trabajar, de ir al supermercado; yo me cuidaba y me contagie y no sé como, y ahora enfrento esta situación, sólo con apoyo de mi familia, pero no saben el daño que causan a la gente con esas acciones y actitudes”, concluyó.