¿Por qué AMLO está encantado con el Felipe Ángeles, que ‘sólo China podría tener’?
Regeneración, viernes 11 de diciembre, 2020. El presidente Andrés Manuel López Obrador está encantado con la rapidez, costo y calidad de la obra del Aeropuerto Internacional ‘General Felipe Ángeles’. Por Dante García Berlanga, @limpicatto.
Hoy incluso los medios impresos replicaron la curiosa frase que dijo en la conferencia matutina; que se trata de «una obra única en el mundo» y que «sólo en China puede haber algo así«.
¿A qué se debe la satisfacción y orgullo del presidente por esta obra?
En varias ocasiones AMLO ha destacado que las obras que llevan a cabo ingenieros militares son muy eficientes.
La obra del Felipe Ángeles inició en octubre de 2019 y un año después ya llevaba un 40 por ciento de avance. Incluso en febrero próximo AMLO ya podrá inaugurar dos pistas de aterrizaje y la base aérea del aeropuerto, como informó esta mañana.
La obra que llevan a cabo los militares no sólo ha sido eficiente en tiempos sino en presupuestos; con el trabajo de las fuerzas armadas habrá un ahorro de 270 mil millones de pesos.
La verdad es una obra única en el mundo», celebró el mandatario y confesó que «así quisiera yo que se trabajara en todas las obras; que se cumplieran los plazos, que se ahorrara en el presupuesto destinado», en comparación con algunas que tardan y terminan costando tres veces más de lo planeado.LEER MÁS: Interviene AMLO ante «tragedia jurídica»; liberan a Rafael Méndez
Además de lo anterior, «se resolvió todo, no tenemos ningún problema jurídico, por eso no se ha detenido ni un solo día», destacó.
Había intereses detrás del proyecto en Texcoco
El presidente denunció varias irregularidades que tenía el proyecto anterior del aeropuerto, que se proyectaba en Texcoco durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
«Básicamente era corrupción, influyentismo«, explicó el presidente; «había organizaciones que abastecían de material al proyecto de Texcoco, tenían el monopolio de sólo ellos vender el material«, denunció.
Estos grupos «compraban cerros completos en la región, acarreaban el material, cobraban caro, controlaban las puertas de entrada a la obra». Cuando el proyecto cambió a Santa Lucía «quisieron hacer lo mismo«, sin embargo «ya no se permitió, se puso orden».
AMLO también denunció el papel del empresario y actual cabeza de la oposición, Claudio X González:
«Es como el caso de los amparos, querían pararnos a como diera lugar. Esto no lo voy a dejar de decir porque tiene que asumir su responsabilidad Claudio X. González y ese grupo, el exministro de la Corte que los asesoraba o los sigue asesorando, Ramón Cossío, porque fueron más de 100 amparos».
«No pudieron», celebró «pero sí se lanzaron fuerte con el apoyo de medios, como siempre pues».
Había inconformidad por el cierre de Santa Lucía, revela AMLO
El presidente reveló esta mañana que incluso «había cierta inconformidad» por el cierre de la Base Aérea de Santa Lucía por la construcción del aeropuerto de Texcoco:LEER MÁS: AMLO insiste a ciudadanos, especialmente de CDMX, ser responsables en pandemia
«Les voy a contar la historia en breve. Yo desde hace tiempo, cuando se empezó a hablar del nuevo aeropuerto, pensé en Santa Lucía; no lo decía porque estaba la opción de Tizayuca o Texcoco y estábamos en proceso de elección, es el 2006, pero siempre pensé en Santa Lucía.
«Y sabía que esa base aérea se había construido hace 50 años, bien hechas las pistas y que podía ser una opción entre Tizayuca y Texcoco, y me lo reservé. Pensaba yo que ese aeropuerto tenía unas 600 hectáreas, igual que el aeropuerto de la Ciudad de México, que tiene aproximadamente 600 hectáreas.
«Entonces, le pedí al ingeniero Romo que explorara cómo estaba Santa Lucía, antes incluso, de la campaña, y fue él. Por eso les agradezco, o sea, son historias.
«Y le agradezco mucho al comandante de la base aérea que les permitió el ingreso porque había cierta inconformidad ante la decisión de que se cerrara la Base Aérea de Santa Lucía por la construcción del proyecto de Texcoco.
«Entonces, los dejó entrar a todo el equipo y, oh, sorpresa, resulta que no eran 600 hectáreas, sino dos mil 500, dos mil 500, y de terreno firme; entonces, a partir de ahí se empezó a hacer el anteproyecto y luego ya con el apoyo de los ingenieros militares se elabora el proyecto definitivo».