Nuevo Progreso, Tam.
Pese a la pandemia, en el preámbulo de la Navidad llegó el fin de semana en la comunidad fronteriza de Nuevo Progreso en donde después de días “flojos” en cuanto hace a las ventas, las banquetas, calles, y las filas de vehículos no se hicieron esperar de visitantes del vecino país del norte.
El optimismo se hizo patente entre el comercio en general, desde el vendedor de chicles, el que bolea los zapatos, los empresarios, locatarios, quienes se dedican a lavar coches, músicos, dentistas, doctores, y entre otros, técnicos dentales, luego de que la pandemia por el Covid-19 llegó a impactar seriamente la economía en general, y por consiguiente de las familias.
Esto en virtud de que es la industria sin chimenea el principal sostén de la economía local, de ese pueblo mágico orgullo de Tamaulipas que ante todas las adversidades al igual que su gente se mantienen de pie, siempre buscando agradar y servir al turismo en general de la mejor manera posible.
“Los turistas son el motor de la economía de Nuevo Progreso, sin ellos sería un pueblo fantasma, pues por acá las maquiladoras prácticamente son nulas, y la agricultura se da, pero en menor escala”, coinciden desde comerciantes empresarios, y profesionistas.
