Zona Norte Tamaulipas

Demandan su medicamento

Cansados de no obtener respuesta por parte de las autoridades del IMSS, pacientes trasplantados se presentaron ante los directivos de la Unidad de Medicina Familiar 76 del Seguro Social para exigir una solución y surtan sus medicamentos, ya que sus riñones pueden dejar de funcionar en cualquier momento. Sin embargo, la respuesta que recibieron fue que ellos son gestores por lo que no hay una fecha definida cuando podrán tener su tratamiento. Los afectados temen por su salud, en cualquier momento su riñón puede dejar de funcionar.

LOS AFECTADOS

Mauricio Martínez es uno de los más de 30 afectados y como todos, teme que su riñón deje de funcionar; es una mala experiencia que ya vivió hace tres años; el órgano que le habían trasplantado hace 15 años dejó funcionar por la falta de tratamiento.

“Hace tres años perdí mi primer riñón por esta situación; es muy difícil para nosotros conseguir un órgano; mi esposa hizo el ‘sacrificio’, y digo sacrificio porque no es nada fácil donar un órgano y volver a perderlo por falta de medicamento. Eso sería muy triste”, expresó Mauricio.

Refirió que hoy enfrenta de nueva cuenta la problemática, y la respuesta de los directivos que los recibieron es que no depende de ellos, que es de nivel central: “y lo que nosotros queremos es los medicamentos; no importa si es de local o de más arriba, no nos importa de dónde tenga que llegar”, rogó.

MOLESTIA

Dijo que una alternativa que les dan es que lo compren, pero uno cuesta 5 mil pesos y el otro 10 mil, y no tienen los recursos para adquirirlo, pero tampoco es garantía que se los paguen ya que María Guadalupe Vaca, una de las afectadas, tuvo que conseguir 432 dólares entre sus hermanos para poder seguirse medicando y no perder su órgano, pero ayer el personal del IMSS les dijo no se le iban a pagar, ya que el recibo que le dio una tienda de Laredo no es una factura.

“Yo tuve que comprarme un medicamento en Laredo, Texas, aquí no lo tienen, lo busqué en otros lugares del país, no lo pude localizar, y antes de salir con el director les pregunté cómo hacía para recuperar ese dinero ya que me lo prestaron, y la respuesta es que esa no es factura, pero sí es un comprobante de lo que costó. En mi caso no me lo van a pagar”, expresó María Guadalupe, quien tiene 21 años de trasplantada.

En el caso de Rubí Medina, de fallarle su órgano será más complicado obtener otro y sque su cuerpo lo acepte, al igual que conseguir un donador porque el primero fue su padre, el cual su cuerpo rechazó.

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