Pandemia no apaga ritmo de danzantes
Este año, debido a la contingencia, muchos fueron los factores que incidieron en que no se realizaran de manera normal algunas celebraciones religiosas; sin embargo, ciertas tradiciones mexicanas aún continúan vigentes pese a la pandemia por el Covid-19 y a las restricciones.
Los danzantes y matachines en Nuevo Laredo, quienes se dedican a honrar a diferentes figuras religiosas a partir de octubre, a ritmo del tambor y marcando el son con cada pisada, este año mantienen la tradición viva pese a la contingencia.
Aunque con menos elementos, el grupo de danzantes llamado Divino Milagro de Nuevo Laredo, a cargo de Astrid Guadalupe Sánchez, se ha preocupado por mantener encendida la tradición proveniente de la cultura nómada.
“Llevamos ya tres años con esta danza, quien se formó inicialmente por el amor que se tiene a este tipo de tradiciones desde la infancia, de esta manera a través de cada persona que nos contrata, acompañamos ese momento de agradecimiento por todo lo sucedido en el año”, señaló Sánchez.
JÓVENES INTERESADOS
Señaló además que actualmente pocos son los jóvenes que se interesan por danzar, pues poco a poco se ha venido perdiendo el gusto, por lo que ahora quienes lo siguen haciendo son las personas que desde casa les han inculcado dicha tradición y disfrutan de hacerlo; esta vez han danzado aunque no comparado con años anteriores.
“Siempre empezamos desde octubre hasta diciembre; sin embargo, este año ha sido más bajo, además el grupo de danzantes se ha reducido a ocho integrantes de los 18 aproximados que conforman el grupo”, mencionó.
Desde agosto inician cada año con los ensayos de las danzas, para así, año con año poder seguir transmitiendo la herencia mediante el baile y la alegría para venerar con emoción hasta que la vida se los permita.