Por Oscar Díaz Salazar
Desde que el Partido Acción Nacional se hizo cargo del gobierno del estado de Tamaulipas, se cancelaron las prácticas democráticas en la toma de desiciones del propio partido. Esas prácticas les generaban muchas simpatías en la sociedad y ademas les daban solvencia moral y congruencia para proponer y/o exigir, al gobierno en turno, el apego a la democracia como la que solían practicar en casa.Con la llegada de Francisco García Cabeza de Vaca a la titularidad del Poder Ejecutivo del Estado, se dejaron atrás, en el olvido, las buenas costumbres que tenían los militantes del PAN de elegir en forma democrática, con el voto de la membresía y luego de un debate intenso, a quienes serian sus representantes en las justas electorales, así como a quienes confiaban los cargos de dirección del propio partido.Cabeza de Vaca se ha encargado de eliminar a la disidencia, de acallar las voces discordantes a la corriente vacuna, en unos casos cooptando a los que fueron de otros grupos, otras expresiones, y en ciertos casos se aplica perfectamente eso de llamarles «corrientes». Y en otros casos se ha perseguido a los opositores internos, se les acosa, se les amedrenta, se les hostiga y se les amenaza.Cancelada la vía democrática para acceder a las candidaturas del PAN para los cargos de elección popular; descartada la opción de conseguir una candidatura en una elección interna, lo que les queda por hacer a quienes tienen aspiraciones de competir por uno de los cargos de representación popular que estarán en juego el próximo año (2021) es ganar la contienda por el afecto del gran elector.Convencer al tlatohani azul; cortejar al líder de facto del panismo tamaulipeco; resultar la mejor opción en la consulta a la base… De datos de la computadora del jefe Cabeza (como lo explicaba en su momento Tomas Yarrington); ganar la encuesta personalísima que hará Cabeza de Vaca entre sus cercanos, a quienes oye pero no escucha; conseguir el visto bueno de cualquiera de estos personajes: Francisco, Cabeza de Vaca, García Cabeza de Vaca, el gobernador, el jefe del ejecutivo del Estado; enamorar al gobernador, estas son las opciones para hacerse de una candidatura del PAN.Una vez dicho lo anterior, considero que la decisión ya está casi tomada en el caso de Nuevo Laredo. La diputada Imelda San Miguel entendió bien como serian las cosas en el régimen vacuno y se aplicó desde hace un buen tiempo a «enamorar» al líder del panismo tamaulipeco.La diputada San Miguel es panista de abolengo, por eso no es correcto decir que es hechura cabecista o que es cabecista químicamente pura. Sin embargo si es válido afirmar que es con Cabeza de Vaca con quien ha tenido sus mejores oportunidades.En contra de sus posibilidades de llegar a la presidencia municipal de Nuevo Laredo, anote usted su atractivo y su estado civil: es soltera. Su situación remueve recuerdos negativos que están aún muy frescos en la memoria de los neolaredenses, de mujeres, muy jóvenes, muy atractivas, solteras y muy cercanas al gobernador en turno. La experiencia con las favoritas del gobernador del sombrero y del gobernador del mostacho, le causan animadversiones gratuitas a la joven cercana al gobernador de los cuernos.A la diputada Imelda San Miguel solo le falta conseguir el visto bueno de la señora de la casa de gobierno, que tratándose de mujeres, jóvenes y atractivas es condición, sino suficiente, si necesaria.
