La espera que no tiene fin
No tienen nada en común, todos ellos viven en colonias distantes unas de otras, ni siquiera se conocen, pero hay algo que los identifica y une en causa: Son damnificados del paso del Huracán “Hanna” que el pasado 26 de julio impactó a Reynosa y que con sus vientos furiosos y aguas que todo inundaron, se llevó todo su patrimonio, cuya esperanza también se diluyó con una espera sin fin, aguardando una ayuda oficial prometida que no terminó de llegar.
Tres meses después, el recuento de los daños- aun hoy es incuantificable- no solo fueron los bienes materiales lo perdido, el golpe más lesivo que dejó el meteoro es interno, la moral desplomó en cada uno de ellos, su ánimo decayó, ahora enfrentan el desafío de volver a reconstruir un rompecabezas difícil de armar, pero aun con todo en contra, su esperanza y capacidad de recuperarse es digno de contar.
AQUÍ SUS HISTORIAS
Juan Antonio Martínez Contreras se convirtió en el héroe de muchos vecinos suyos en la colonia Ampliación Lázaro Cárdenas a quienes auxilió durante la emergencia por las lluvias inundaciones del Huracán “Hanna” que impactó Reynosa el pasado 26 de julio.
En el fragor el fenómeno natural causó el desbordamiento de la Laguna “La Escondida”, Juan Antonio ayudó a sus vecinos a ponerse en resguardo y prevenir el peligro de las inundaciones.
Empero, durante la contingencia meteorológica, perdió la mayoría de las pertenencias de su vivienda y desde entonces ha pasado el apremio de la necesidad.
“Mi casa se mojó toda, los muebles, cama y enseres electrodomésticos, lo mismo en la casa de mi madre que esta junto a la mía, todo lo perdimos.
Por lo que ahora pido si alguien puede apoyarnos, pues perdimos todos por causa de las lluvias”, dijo.
Juan Antonio, reconoció que su celebridad durante las lluvias del Huracán se debió a que apareció publicado en LA TARDE y ahora solicitó a este medio informativo a que se haga eco de su llamado y la comunidad pueda auxiliarlo ahora a él.
Admite, que fue registrado en innumerables censos y programas de ayuda social que se anunciaron, pero al final los días, semanas y ahora meses pasaron y nada ocurrió.
“PERDIMOS TODO CON HANNA”
Aunque el tiempo transcurre confundido en el avance de una Pandemia que parece no tener fin, la incertidumbre y tristeza de familias que con las lluvias e inundaciones perdieron todas sus pertenencias, también está latente.
Teresa Peña, es residente de la colonia Ampliación Lázaro Cárdenas y comparte con La Tarde que las lluvias e inundaciones de “Hanna” les provocó perder todas sus pertenencias, muchas de ellas recién adquiridas, tras el primer impacto de junio del año anterior.
“El año pasado las lluvias nos causaron daños, pero no son comparables con el huracán que nos pegó hace meses y que este sí nos hizo perder todo, solo quedó nuestra casa en pie, es lo único.
Hemos solicitado el apoyo y aunque ha sido poca la respuesta, hay muchas familias que se quedaron sin nada, por eso mantenemos un llamado de ayuda si están en condiciones para ayudar a quienes se quedaron sin sus bienes materiales”, dijo.
El saldo de “Hanna” quedará en los anales de los desastres naturales más devastadores, apenas equiparable al Huracán “Beula” que impactara a Reynosa en 1967.
La estela de daños y damnificados es incuantificable, alrededor de 70 colonias afectadas con inundaciones, más de 10 mil viviendas con daños materiales y alrededor 600 personas que fueron desplazadas de sus viviendas por seguridad.
ESPERAR, ESPERAR SIN DESESPERARSE
Los días se convirtieron en meses y desde el paso del Huracán “Hanna” en julio pasado, Doña Juana Sáenz López, residente de la colonia Manuel Cavazos Lerma al poniente de la ciudad ha esperado angustiada una ayuda oficial prometida. Que no termina de llegar.
Las lluvias causadas por el meteoro causaron severos daños en su vivienda, que sufrió el colapso parcial en áreas del techo de su vivienda por el agua, así como en las pertenecientes que comparte con uno de sus hijos y nietos.
-Hace tiempo vinieron del DIF Municipal y del Estado, pedí el apoyo para mi casa y me dijeron que no podían hacer nada por mí, que como no estaba en las listas, no era posible-, señaló.
Precisa al reportero, que solo pedía el apoyo para su casa, pues estaba en malas condiciones materiales, pero nadie respondió a sus peticiones.
Por lo que ahora, efectuó un atento llamado a quienes estén en condiciones de poder apoyarla con láminas para el techo de su casa.
Así, los testimonios de familias cuyo legado de “Hanna” no fue solo los daños materiales causados con las lluvias e inundaciones, primordialmente el severo daño moral y psicológico del cual muchos de ellos no se reponen y ha dejado cicatrices indelebles en el recuerdo de la tragedia.
Tras el tiempo transcurrido desde el paso de “Hanna”, continúan con sus vidas, aceptando el reto impuesto por el silencio oficial de la ayuda prometida que camino a Reynosa se paralizó y no llegó. Los discursos y promesas llovieron también, pero la única certeza para quienes han compartido sus historias a La Tarde es que lo perdido con “Hanna” jamás será recuperado, salvo su fe y esperanza de reponerse y volver a empezar, de ello depende salir adelante como ya lo han hecho en el pasado.