La secretaria del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado de Tamaulipas (SUTSPET), Blanca Guadalupe Valles Rodríguez, parece comenzar a sentir la presión de la vigilancia constante a la que está sometida.
Después de haber sido descubierta en una de sus sesiones de apuestas en un casino en la ciudad de Monterrey, Nuevo León. Blanca Valles parecen no poder confiar ni en su propia sombra ya que el karma de haber sido la cacique del sindicato de trabajadores del Estado y ponerlo al servicio de los grupos de poder le está pasando finalmente factura.
¿En qué manera Blanca Valles está recibiendo el karma?
Después de haberse sentido invencible durante años, Blanca se encontró finalmente con alguien más grande que ella, y se trata del secretario general de gobierno del estado de Tamaulipas, Cesar Augusto Verástegui Ostos con quién sostuvo una relación clandestina hasta ser descubierta hace algunas semanas.
Verastegui Ostos a pesar de ya no permitirle el acceso a palacio de Gobierno a Blanca Valles no está dispuesto a descuidar su propiedad y en un uso enfermo de los recursos del ejecutivo estatal ha encargado una suerte de vigilancia constante con efectivos del grupo de operaciones especiales (GOPES) vestidos como civiles y vigilando como lobos al acecho cualquier movimiento de Blanca Valles.
Si va a un restaurante, si sale a la calle, si no sale a la calle, si compra comida, si va al trabajo, si falta al trabajo, si entra o sale del estado, en todo momento es vigilada y le hacen llegar un reporte directo a Verástegui Ostos.
Una relación enfermiza, posesiva que raya en la obsesión y con un poder político que Blanca no puede enfrentar.
