Mínimas son las ventas que registraron ayer primero de noviembre comerciantes del Mercado de la Flor.
“No estamos vendiendo ni la cuarta parte de lo que vendíamos en años anteriores. Esta pandemia del Covid-19 nos está perjudicando en gran medida”, dijo María María del Carmen Uribe.
A pesar de que apenas sale para cubrir los gastos y pagar a los empleados, aquí seguimos, firmes con la esperanza de que las cosas cambien para bien a corto plazo, añadió.
De todas maneras y a pesar de las restricciones emitidas por las autoridades, siguen llegando personas a comprar flores de diferente tipo y hay quienes las utilizan para adornar altares de muertos instalados en sus casas en memoria de algún familiar.
Esto último es lo que nos está ayudando a vender un poquito más la mercancía y ojalá y fueran muchos los residentes que siguieran ese ejemplo de honrar a quienes han partido al más allá colocándoles flores frente a sus fotografías en el interior o exterior de sus viviendas.
Eso beneficiaría a los floristas porque venderían un poco más, indicó.
Vamos a ver hoy dos de noviembre como se presentan las cosas y la confianza en que seguirán las ventas no decae entre quienes nos dedicamos a esta actividad, puntualizó.
