Jamás el Día de Muertos se vivió tan en la intimidad y sin la oportunidad de llevar ofrendas forales a las tumbas, donde reposan los seres queridos.
Los protocolos para una sana convivencia en medio del nuevo escenario en donde el principal protagonista es el COVID-19, obligó a los cementerios de la capital tamaulipeca a cerrar sus puertas este 2 de noviembre.
Todos los panteones de la ciudad lucen vacíos, con las puertas cerradas y los vendedores de flores que tradicionalmente enmarcan las entradas hoy están desolados, no tendrán su día fuerte de ventas.
En los hogares, con pequeños altares de muertos se recuerda a los difuntos y aunque algunos giros productivos como los Bancos no laboraron por respeto a la tradición, la realidad es que este año todo fue diferente.
El Gobierno de Ciudad Victoria, ordenó en base a las indicaciones del Comité Estatal de Seguridad en Salud, el cierre de los panteones municipales del Cero Morelos, de La Cruz y de La Libertad que permanecen cerrados al público desde el pasado lunes 26 de octubre hasta el próximo lunes 9 de noviembre.
Esta medida se adoptó a fin de evitar aglomeraciones y posibles contagios de COVID-19, sin embargo los servicios funerarios no se suspendieron, por lo que, los cementerios siguen trabajando.
El gobierno de Victoria exhortó a la población a no descuidar las medidas preventivas, evitar reuniones masivas y permanecer en casa para honrar a los difuntos.
En el escenario estatal hay en este momento 32,623 casos positivos, de los cuales 1692 están activos y han ocurrido 2,832 de funciones, mientras que la capital tamaulipeca tiene en el acumulado 4,416 casos positivos 532 están activos y han ocurrido 217 de funciones.
