Proyectos ejecutivos: ¿pretexto para robar?
Por Oscar Díaz Salazar
En la página web del gobierno de Tamaulipas observé una información que me produce emociones encontradas, pues por un lado me alegra enterarme que existe la intención de construir tres planteles de educación superior del modelo Universidad Politécnica.
Pero por otro lado también me inspira desconfianza la información sobre el contrato SOP – IE – SE – 249 – 18 – I, adjudicado en forma directa a la empresa «Interiores y Acabados IDEA, S.A. de C.V.”, con clave del Registro Federal de Causantes (RFC) IAI140130 4RS, y fechado el 17 de diciembre de 2018, para la elaboración de los proyectos ejecutivos para la construcción de la Universidades Politécnicas de Reynosa, Nuevo Laredo y Matamoros.
Lo primero que me parece anormal, o poco ético, sino es que ilícito, es que se recurra a la excepción que contempla la ley, al asignar directamente el contrato por invitación, y no al cumplimiento de la regla, que implica emitir una convocatoria abierta, para que las empresas y/o profesionales del tema, participen, en igualdad de circunstancias, en el concurso para realizar este trabajo.
Pero más suspicacia me provoca la contratación simultánea de estos proyectos ejecutivos, sin contar con un estudio previo de las necesidades educativas de las poblaciones donde se pretende (¿realmente se pretende?) construir estos recintos universitarios, ni una petición de la comunidad, y lo que es más sospechoso: sin tener dispuesto aún el predio, – con la compra o donación en regla-, donde se construiría la universidad politécnica.
Si se trata de elaborar un modelo genérico, o “plantel tipo”, de campus universitario, no era necesario gastar, ni contratar, pues tanto la Secretaria de Educación Pública, el Instituto Nacional de Infraestructura Física Educativa, INIFED, en proceso de extinción, y de conversión o anexión a otra oficina, así como la institución homóloga en el estado, ITIFE, cuentan con planos, proyectos y modelos de edificios para el funcionamiento de una institución de educación superior, e incluso los planos de las dos Politécnicas que ya existen en Tamaulipas.
Por las razones expuestas en los párrafos anteriores, me parece que ese contrato adjudicado a la empresa «Interiores y Acabados IDEA S.A. de C.V.», por un monto que no fue consignado en la página de transparencia, para elaborar el proyecto ejecutivo de las Universidades Politécnicas de Reynosa, Nuevo Laredo y Matamoros, es una más de las transas que con frecuencia se hacen con los «intangibles», con los proyectos ejecutivos, con estudios, análisis y con el trabajo intelectual, cuyo «producto» visible es un documento, un plano, un cuadernillo o una memoria de almacenamiento USB.
La fecha de asignación del contrato, 17 de diciembre, quince días antes de que concluya el año, (2018) cuando los burócratas estatales gozan del periodo vacacional, es otro dato que abona a la desconfianza, pues es en esas fechas cuando a marchas forzadas se «inventan» gastos, contratos y erogaciones, para no tener que devolver a la federación los recursos no ejercidos por incapacidad de la alta burocracia… Pero esa es otra historia.
Las aclaraciones o justificaciones pertinentes las tendrá que hacer la C. Cecilia del Alto, secretaria de Obras Públicas del gobierno de Tamaulipas, asistida por sus colaboradores del área de proyectos y el titular del Instituto Tamaulipeco de Infraestructura Física Educativa (ITIFE). Mostrar el citado proyecto ejecutivo será la forma más sencilla e irrebatible de probar la conveniencia y buena fe que los llevó a contratar esta tarea.
Es oportuno mencionar que No existe una solicitud formal por parte del estado a la Federación, para la creación de estos centros educativos, y que dicha creación implica la aportación del 50 % de ambas partes, federal y estatal.