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Adolfo López Mateos: Un Legado de Progreso y Justicia Social que perdura

Por: Vicente Hernández

«A mi izquierda y a mi derecha está el abismo. Yo soy de extrema izquierda dentro de la Constitución»
«Adolfo López Mateos»

Escribir sobre los mejores presidentes que ha tenido México no es una tarea fácil, aunque yo opinaría que solo Lázaro Cárdenas del Rio y Adolfo López Mateos, son los dos presidentes que más méritos tienen como para ser considerados como dos de los mejores, así que durante el presente texto describiré solo un poco la figura que fue Adolfo López Mateos.

López Mateos fue presidente de México de 1958 a 1964, y dejó un legado imborrable en la historia de nuestro país, su gobierno se caracterizó por una serie de reformas y políticas que buscaron mejorar la calidad de vida de los mexicanos, y promover la justicia social, y en mi opinión fue un hombre con mucha carisma, y fue en su época el único mandatario que se resistió a ocupar la residencia oficial de Los Pinos, ya que continuó viviendo en su domicilio particular durante todo su sexenio, fue amante de la literatura, excelente orador, con gran afición por los autos y el boxeo, y por si fuera poco, asiduo practicante de las tardeadas de bohemia, siendo famosas sus frecuentes reuniones bohemias con cantantes, compositores, intelectuales y empresarios que gustaban de la vida disipada.

Durante su mandato, López Mateos implementó una serie de medidas para fortalecer la educación, la salud y la economía del país, creó el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), que proporcionó beneficios de seguridad social a los trabajadores del sector público, también impulsó la creación de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (CONALITEG), que proporcionó acceso a la educación básica a millones de niños mexicanos.

Pero en esta tarea educativa cabe destacar el apoyo que tuvo de su esposa, porque como dice el refrán popular “Detrás de un gran hombre hay una gran mujer” y esto queda de manifiesto con la creación del Instituto Nacional de Protección a la Infancia (INPI), debido en gran parte, a que la creación de este último instituto fue gracias a su esposa Eva Sámano, quien antes de convertirse en la primera dama de México, junto con otras mujeres maestras reunía de su sueldo para comprar pan y leche para los niños pobres, por lo que esta dadivosa mujer aportó sus ideas con gran preocupación a su esposo; y gracias a ello en 1961 se decretó la fundación del INPI (el cual con el correr de los años se convertiría en lo que hoy es el DIF) esta nueva organización tendría los mismos ideales que promulgaron estas mujeres; con el objetivo de proteger a los niños en todo sentido y suministrar a las escuelas de servicios básicos.

En el ámbito económico, López Mateos promovió la industrialización y el desarrollo económico del país, implementó políticas para atraer inversión extranjera y fomentar la producción nacional, además creó la Comisión Nacional de Electrificación, que buscó ampliar el acceso a la energía eléctrica en todo el país.

Sin embargo, el legado de López Mateos no está exento de controversias su gobierno se caracterizó por una serie de conflictos laborales, estudiantiles y campesinos que fueron reprimidos por las autoridades (Rubén Jaramillo), a pesar de esto, su compromiso con la justicia social y el progreso económico sigue siendo recordado y valorado por muchos mexicanos.

A más de 60 años de su presidencia, el legado de Adolfo López Mateos sigue siendo relevante en la actualidad, sus políticas y reformas sentaron las bases para el desarrollo económico y social de México en las décadas siguientes, su compromiso con la educación, la salud y la justicia social sigue inspirando a las generaciones actuales de mexicanos.

En un momento en que México enfrenta desafíos y oportunidades, el legado de López Mateos nos recuerda la importancia de trabajar hacia un futuro más justo y próspero para todos los mexicanos, su visión y liderazgo siguen siendo un ejemplo a seguir, y su legado continúa siendo una fuente de inspiración para aquellos que buscan mejorar la vida de los mexicanos.

Con todo y los detalles controversiales que envolvieron su vida, tuvimos un presidente muy carismático, pero con orígenes un tanto oscuros, de quien se dice que no era mexicano de nacimiento, sino que vino al mundo al sur de la patria, en la vecina Guatemala, aunque sus biógrafos aseguran que nació en Atizapán de Zaragoza en el estado de México.

Con todo y eso, López Mateos es recordado como un buen presidente, los que lo conocieron dicen que en esos años, México vivía una época de bonanza, la economía crecía a un 6% anual, la clase media podía vivir cómodamente, el país tenía buenas relaciones con el exterior, y el futuro se veía con optimismo, en ese mundo idílico el presidente López Mateos fue la cereza del pastel: guapo, simpático, galán, «campechano»…a los mexicanos les encantaba que su presidente fuera a ver las peleas de box con muy pocos guardaespaldas, o que usara el Periférico para correr sus autos último modelo, y también les gustaba que el señor tuviera sus amantes, tanto así que en ese entonces se decía un tanto en plan de broma, que el presidente era “viajero y viejero” ya que sus viajes por el extranjero eran muy frecuentes, y sus aventuras de alcoba muy conocidas.

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