Cártel de Sinaloa entregó 20 mdd a Calderón para poner a García Luna en la SSP: Lemus
No es un buen momento para ser Felipe Calderón, han señalado con humor algunos usuarios de redes sociales. El sentido de estos comentarios es que le llueve golpe tras golpe al expresidente durante las últimas semanas, acercándolo incluso a la posibilidad de enfrentar la justicia.
Se suman la negativa del INE al registro de México Libre como partido político, debido a múltiples irregularidades sobre su financiamiento; la recolección de más de 2.5 millones de firmas en busca de una consulta popular para enjuiciarlo, junto a otros cuatro exmandatarios; la consecuente resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para declarar constitucional dicha consulta y, lo que podría ser el tiro de gracia, el proceso penal en EE.UU. de su exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna.
Lo anterior va acompañado del lanzamiento de dos libros clave para entender su sexenio: “Felipe el oscuro”, de Olga Wornat; y “El licenciado”, de Jesús Lemus.
En entrevista para Revolución TRESPUNTOCERO, Lemus expuso que su texto “es una reseña de 27 años de trayectoria política de Genaro García Luna. Y no nada más eso, también me voy a sus orígenes: quién es Genaro García Luna, cómo surge en el ámbito, cómo es reclutado por el CISEN en las aulas de la Universidad Autónoma Metropolitana, cómo se infiltra en el movimiento del EZLN”, entre otras cosas.
De igual forma, el periodista analiza la infancia del personaje, así como su formación psicológica, concluyendo que “prácticamente fue un niño mimado que vivió sin ningún tipo de carencia”, por lo que desarrolló una personalidad “dominante” y “controladora”, lo cual hizo que se impusiera incluso por encima de la figura presidencial de Calderón.
“El propio presidente de la República era un subordinado de él en la toma de decisiones, sobre todo en la contratación de servicios para la Secretaría de Seguridad Pública (…) García Luna era el que tomaba la determinación y únicamente le decía a Felipe Calderón lo que había que hacer”, describió.
Acorde con esto, “la posibilidad de que Calderón no supiera (sobre los nexos con el narco) es extremadamente remota”. El libro precisamente inicia con el relato de una reunión entre “El Mayo” Zambada y Arturo Beltrán Leyva, en Culiacán, Sinaloa, donde se definiría proponerle al presidente electo un soborno de 20 millones de dólares para que pusiera a García Luna al frente de la SSP. Esto, en septiembre de 2006.
“Si Felipe Calderón supo, recibió ese soborno y colocó contra viento y marea a García Luna al frente de la SSP, ¿cómo no iba a saber de la colusión entre el Cártel de Sinaloa y García Luna? (…) Por supuesto que él lo sabía”, subrayó Lemus.
Asimismo, el autor refirió que sicarios como Sergio Enrique Villarreal Barragán, “El Grande”, le habrían compartido detalles sobre cómo se negociaba la libre operatividad del Cártel de Sinaloa y el apoyo de la SSP, a cambio de sobornos que él mismo entregó a Calderón.
“Aparte de ‘El Grande’, trae fuentes como Alfredo Beltrán Leyva, otro narcotraficante que también habla en primera persona de cómo fue esa relación” e incluso relatos de testigos protegidos de la DEA, exagentes del CISEN y agentes de la CIA estadounidense.
Lemus comentó que muchos de estos testimonios que nutren “El licenciado”, “hablan desde abajo, desde lo subterráneo, y que dejan en claro ver quién era García Luna (…) Muchas de esas fuentes las tuve en su momento, cuando estuve recluido en la cárcel de Puente Grande”, recordó quien fuera preso político durante el calderonato.