RÍO REVUELTO

Los Redactores4 Septiembre, 2020

Se llegó el día y Rivas tuvo que cumplir con el “informe” de gobierno, pero como sospechábamos, sólo armó un show en internet, radio y TV de hora y media con puro relleno -porque este año fue con los puros miembros del Cabildo en el lugar-, pero si le preguntan de qué trató a cualquiera que lo haya visto (y que no tenga compromisos con el Ayuntamiento), dirá que realmente no dijo nada.

Para empezar tituló su boletín referente al informe de la siguiente manera: “No nos distraemos en pleitos estériles: Rivas”, si opta por resaltar esa parte de su resumen de actividades, quiere decir que no había realmente obras o acciones que presumir de su gestión.

Para prueba de ello está el hecho de que se dedicó a enviar mensajes a sus “adversarios políticos”, que a decir verdad no hay muchos que lo vean como tal, pues las críticas que observa en redes sociales provienen en su mayoría de ciudadanos que le hacen reclamos genuinos y que se repiten con frecuencia, señal de que se trata de verdaderos problemas no atendidos, en mucho menor proporción hay algunos con afiliaciones políticas que le hacen esos mismos reclamos, pero eso no necesariamente lo convierten en sus adversarios, sino en críticos.

Saludar con sombrero ajeno ha sido una constante en sus declaraciones a través de estos cuatro años en que los ciudadanos han vivido en un Nuevo Laredo con baches y sin obras o acciones relevantes, mientras que él vive en Rivaslandia -y en Laredo, Texas por las noches-; como había que rellenar el tiempo del informe, habló de la Loma Real, que se hizo con una mayoría de presupuesto del Ramo 33, que es federal y que lo obligaba a utilizar el recurso en obras de infraestructura.

Quiso hablar de la instalación de un nuevo Smart, aunque realmente esa inversión obedece a la demanda de los ciudadanos y no a que el gobierno les haya otorgado facilidades ni condiciones favorables, por lo que definitivamente no cabe destacarse como acción de gobierno, sino como una apuesta de la IP.

Habló de la instalación de un segundo puente ferroviario entre México y Estados Unidos, claro que esto es con presupuesto de Kansas City y no tuvo nada que ver Rivas ahí.

Siguiendo con el show, rellenó algunos minutos hablando de encuestas -muy dudosas por cierto- que lo ubicaban como el alcalde que mejor respondió a la pandemia en todo México, algo que obviamente es muy cuestionable y cualquier ciudadano sin afiliación política desestimaría y hasta le causaría gracia.

La transmisión en vivo mostraba una constante caída en el interés de los ciudadanos con el descenso del “rating”, pues con frecuencia podemos ver más personas conectadas para ver un accidente vial que su informe que fue anunciado con anticipación.

Se refirió poco de cuantías económicas, de lo que sí habló fue de cantidades de “beneficiados” y de puros eventos con una cantidad -seguramente- inflada de asistentes.

Como no había mucho que informar, mencionó haber ido al “Abrazo” en el Puente 2, como si fuera un logro acudir a un evento que ha ocurrido cada año sin excepción.

Lleva casi dos años diciendo que no se va a salir de Villas de San Miguel hasta que quede todo reparado, pero los ciudadanos no ven que se avance realmente en ese sentido, pero tampoco olvidan la promesa y se lo han recordado, tal vez por eso lo mencionó.

En resumidas cuentas, habló de un Rivaslandia que no coincide con el Nuevo Laredo que conocemos, con baches y sin obras relevantes.