MORENA, en búsqueda de cándidos
El Fogón
José Ángel Solorio Martínez
Es prudente, recordar a los pre candidatos de MORENA, qué circunstancias condicionan la postulación a los diversos cargos de representación popular. No con el afán de desanimarlos; al contrario: de evitar, optimismos desbordantes que la mayoría de las veces, termina con inquietos ciudadanos, amargados, frustrados y desencantados de la política y de sus formas. ¿Qué requiere saber un ciudadano sobre los métodos de selección de los candidatos del lopezobradorismo? Varias cosas. Unas, agradables; otras no tanto. Primero: Llevan mano –estamos hablando del caso Tamaulipas–, los alcaldes que gobiernan. Se infiere –por su trabajo, más arriba de la media de aceptación ciudadana– que están amarrados, para su reelección. Y otra: en caso de que salgan valientes, y demanden una encuesta, sin problemas superaría a cualquiera de sus compañeros de partido y de viaje. (Hablamos de Mario López de Matamoros y Adrián Oseguera de Madero). Segundo: Los convenios signados para la política de alianzas. Es muy probable que en este 2021, vayan de la mano de MORENA el PT y el PVEM. (El verde está en veremos). Ello implica, que esos aliados llevarán parte de la raja de los candidatos en los 43 municipios, en los 22 distritos locales y los 9 distritos federales. Es decir: algunos precandidatos morenistas, podrían quedarse como novias de rancho si la ruleta de las candidaturas toca para el aliado en ciertos Ayuntamientos. Tercero: El mandato de Equidad de Género. Esta exigencia legal, obliga a que de los 43 Ayuntamientos en disputa 22 deben ser para las féminas. Les puede llegar la voladora, a algunos pretendientes varones en no se sabe en qué municipios. Igual en los 22 distrito locales: 11 deben ser damas. Y lo mismo en los nueve distritos federales: serán 4 o 5 para las mujeres. Cuarto: La estipulación manifiesta por los órganos de autoridad nacionales y estatales de MORENA, para la postulación de candidatos externos –es decir no afiliados a este partido, que deseen competir bajos sus colores en la disputa de alcaldías y diputaciones– o candidatos internos –esto es: que sean militantes morenistas con sus derechos a salvo–. Esto puede hacer retorcerse de coraje a algunos internos –en caso de que sea externo– y revolcarse de la muina a los externos –en caso de que sea interno–. Quinto: El método aleatorio. En el caso de regidores, el artilugio más socorrido para evitar reyertas de palabra y de guante, es el de la rifa, el sorteo, la tómbola. Hasta ahorita no ha fallado. Se presume que será el más socorrido en los asuntos de síndicos y regidores. Aquí, no se requieren consensos, carisma, arraigo o simpatías. Es sólo encomendarse a los santos y dioses de su devoción y listo. No será tan difícil como pegarle al avión Presidencial, pero a muchos el Supremo Arquitecto les ha dado más suerte que conocimiento. Si usted anda en precampaña, no olvide esos preceptos sobre los cuales pende su posible candidatura a alcalde y a diputado. Sí usted es pelao, y toca dama en su comarca, bye. Si usted es dama y toca pelao en su territorio, bye. Si usted es militante y sale para externo, bye. Si usted es externo y van con interno, bye. Si usted es morenista y salió aliado, bye. Si usted es aliado y toca militante, bye. Si usted va por la azarosa ánfora, suerte. (¡Cómo han cambiado los tiempos! En la Grecia Clásica, el candidato era el más cándido; es decir: el ciudadano pasaba caminando en medio de una turba; y ésta, podía lanzarle con lo que pudiera –tomates, mierda, escupitajos, lodo, etc.–. Aquel que salía más limpio de ese desafío era el candidato, el cándido, el más limpio). Dios interceda por los tamaulipecos, ante esos escenarios, esas metodologías y ante esos aspirantes a cándidos.