José Ángel Solorio Martínez
Héctor Garza González, –a quien sus amigos y detractores, conocen como el Guasón– Oficial Mayor de la Secretaría de Gobernación del gobierno de la IV T, mostró este fin de semana, el desfondamiento de su proyecto político en Tamaulipas, para el 2022. Ya no son aquellos actos floridos y sobrados en sus tiempos de funcionario de la Secretaría de Educación Pública, en los cuales el personal de esta dependencia abarrotaba sus eventos y finanzas de la Dirección de educación tecnológica en la entidad, sufragaba la logística y el atuendo de sus giras como precandidato –así se asume– a la gubernatura por MORENA.
No.
Ahora son muy diferentes.
Se puede decir: diametralmente diferentes.
Sin aquellos capitales –humano y financiero– el Guasón, exhibe su verdadera estatura de precandidato: eventos pobres de liderazgos –como decía el teórico de la política victorense, José Jiménez Jordán: pura morralla–, depauperados en su organización y precaria difusión mediática.
En Reynosa, se reunió con militantes del PRD.
(Así está la desesperación del precandidato: el Sol Azteca, va con el PAN en la próxima campaña; y los personajes con los que se reunió, son orgánicamente aliados del panismo tamaulipeco y de su líder real. Al menos eso es público, en el caso del ex regidor Alfredo Castro Olguín, conductor del grupo con el que dialogó el morenista).
El caso plantea algunas preguntas:
1.- ¿El Guasón trabaja para el panismo tamaulipeco?
2.- ¿El reynosense, pretende reventar las candidaturas de los otros precandidatos a la gubernatura del lopezobradorismo en Tamaulipas?
3.- ¿El funcionario de la SG, está lanzando guiños al dirigente real del PAN en la entidad, para que contrate sus servicios en el 2022?
4.- ¿Ante la evaporación de sus aspiraciones, ha decidido vender su alma al diablo y al establo de los conservadores?
5.- ¿Estará enterada de sus andanzas y de su trayectoria, la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero?
6.- ¿Sabrá la Secretaria de Gobernación, que a su nombre se mueve un precandidato a la gubernatura en Tamaulipas?
Cada quien, responderá a su manera.
Realizó, el Guasón, una asamblea en la Frontera Chica. Igual: morralla presente, más que austero el lugar y rollo triunfalista del convocante. Maestro de ceremonias primitivo y participaciones de la concurrencia más que marginales.
Se pueden justificar, los decadentes eventos, por las circunstancias de la pandemia. Y en parte, se tendrá razón. Lo cierto, es que el poderío de los jefes de educación tecnológica en la región, siempre echó la casa por la ventana. La potencia de esos actos, se notó.
El diametral cambio, se generó con la salida de Garza González de la SEP.
Ese fue el aguijonazo que ponchó su sueño.
Hace semanas, estando con el morenista Lalo Gattas en el café del Hotel Paradise, de Ciudad Victoria, se acercó a la mesa un viejón. Luego me enteraría que era uno de los santones de la educación tecnológica en Tamaulipas.
Gattas, le hizo una pregunta:
–¿Y Héctor Garza?
Contestó:
–Creo que ya lo cambiaron a Gobernación.
Luego, haciendo una señal de dinero con los dedos índice y pulgar derechos, agregó:
–Ya no lo aguantábamos…
Gattas, dirigió su mirada hacia mí.
Discretamente, cerré mi morral.
