Cada día decenas de vendedores ambulantes aparecen en las esquinas y cruceros vendiendo estos productos de dudosa calidad.
En farmacias y tiendas, el gel antibacterial se encuentra agotado, pero en las calles, abunda este producto de procedencia desconocida.
Cada vendedor lo ofrece a un precio distinto, por ejemplo en otro de los puestos lo dan en 90 pesos, en una tienda diferente cuesta $99.
De acuerdo a lo establecido por Paulino Cortes líder de los ambulantes cada uno de estos productos está avalado por la SST a través de la Coepris aun y cuando no tengan marca registrada.
“Ellos, Coepris nos verifica que estemos en orden, muchos compañeros van y compran el gel y los cubre bocas a las farmacias y los revenden en sus locales” asevero.
En cada puesto varía el precio, no obstante, hay una coincidencia: todos lo ofrecen en botellas de plástico, sin etiquetas, sin referencias de los ingredientes con que fueron elaborados.
Al igual que los vendedores de gel, también la venta de cubre bocas se empezó a popularizar por ambulantes.
El precio varía pero uno puede encontrar desde los 20 pesos.
También con los tapabocas, la calidad es desconocida y los hay con diversos estampados y colores pero sin una referencia técnica de efectividad.
Hay que destacar que la pandemia del coronavirus provocó que la venta de cubrebocas fuera un gran negocio en las calles de la Ciudad.
Los tapabocas tienen imágenes como princesas, muñecos para niños y calaveras estilo pirata para adultos.
Estos productos demuestran que el Covid-19 modificó el negocio de los vendedores ambulantes ante la necesidad de obtener recursos durante la contingencia.
