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Desentierran carta de Castillo Peraza que confirma alcoholismo de Calderón

6 septiembre, 2020

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Regeneración, 6 de septiembre, 2020. Tal parece que a estas alturas de la vida pública mexicana ha dejado de ser un secreto o un simple rumor el problema de alcohol del expresidente Felipe Calderón, un comportamiento indecoroso para un jefe de Estado, como lo fue en México entre 2006 y 2012.

Sobre el tema han hablado diversas figuras públicas como las periodistas Carmen Aristegui y Olga Wornat, su antiguo colega panista Manuel Espino, entre otros. Las declaraciones en conjunto no hacen sino confirmar una verdad que no se puede mantener más tiempo en secreto.

Esta vez se trata de una carta escrita el 31 de octubre de 1997 por su propio mentor, el panista Carlos Castillo Peraza, fallecido en el 2000. Cabe recordar que, después de varios sinsabores con Calderón, el prominente panista terminó llamándolo «Inescrupuloso, mezquino, desleal a principios y a personas«.

Nueve años después de la muerte de Castillo Peraza, en 2009 salió a la luz dicha carta. Hoy, 11 años después, las redes sociales la «desenterraron» del olvido y ya no queda duda del problema de alcohol de Calderón.

A continuación se reproducen dichas cartas, las cuales aparecieron también en la revista Proceso:

«Ahora tengo que añadirte que me pareció desconsiderado de tu parte no haber acudido a la cita de anoche, sin siquiera haber avisado, y que me dolió y preocupó haberme enterado por boca de subalternos menores que el presidente del partido salió de la oficina ‘muy bien servido’.

«Entendí o creí entender entonces por qué la vida comienza después de las diez de la mañana en el CEN, e incluso a esa hora los escritorios están poblados de tasas de café, vasos de refresco y comestibles; por qué es difícil encontrar a alguien entre las tres y las seis (a veces hasta las siete) y por qué en días como el de ayer, a las ocho de la noche, ya no hay virtualmente a quién dirigirse en las oficinas de Ángel Urraza (la vieja sede del PAN).

«Las quejas generalizadas son que, al parecer, nadie puede darte gusto, que das órdenes y las cambias, que pides trabajos intempestivamente –lo que frena las tareas en curso–, que invades las competencias de todos y cada uno de ellos, que los maltratas verbalmente en público y que mudas constantemente de opinión, tardas en tomar decisiones, das marcha atrás, no escuchas puntos de vista de tus colaboradores y haces más caso a ‘asesores de fuera’ que a los miembros del equipo que quisiste fuese el tuyo.

«Se refirieron a contrataciones hechas por ti sin siquiera avisar al responsable del área afectada, y de ‘saltos’ de autoridad de tu parte y de parte de Cocoa [su hermana Luis María Calderón], que producen desorden, inseguridad y disgustos en tu estructura ‘staff’. Salvo Toño Lozano, todos los ahí presentes expresaron sobre él poco más o menos sentimientos análogos y, lo que es peor, algunos manifestaron que ya esta situación se les volvía personalmente ‘insoportable’ y opinaron que era perjudicial para el CEN y dañina para el partido.

«Llamó mi atención que nadie pudiera dar opinión decidida y clara, y que todos manifestaran en su turno de dar a conocer sus planes y proyectos ‘a ver qué dice Felipe’, con inseguridad y con un sentimiento de que tú no confías en ellos. Esto ha trascendido y se comenta en círculos externos, tanto políticos como sociales»

Sumado a esa carta, hay que recordar que el pasado 30 de agosto, Manuel Espino, ex panista y antiguo colega del expresidente Felipe Calderón, confirmó los problemas de bebida de éste y de los desfiguros que hacía cuando estaba ebrio.

El propio Espino proporcionó la información a la periodista Olga Wornat, quien fue perseguida por el gobierno del expresidente y apenas en la actualidad pudo publicar su libro, «Felipe, el oscuro», que describe aspectos escabrosos del calderonato.

Previo a esto, comunicadores de México le habían recordado al expresidente la manera en que persiguió a periodistas durante su sexenio, específicamente a Carmen Aristegui, quien fue despedida de Noticias MVS luego de las presiones desde Presidencia.

Periodistas recordaron que el despido de Aristegui sucedió luego de que pusiera sobre el reflector el posible problema de alcoholismo del entonces presidente.

La ciudadanía no deja de recordar tampoco cuando Calderón asistió en marzo del 2017 a la toma de protesta de Josefina Vázquez Mota como candidata a la gubernatura del Estado de México por el PAN. En esa ocasión se le vio con el semblante descompuesto y casi tambaleándose durante la ceremonia.

Distintas fuentes dan distintos testimonios bastante detallados y que coinciden, lo que indica que el alcoholismo de Calderón no fue un rumor, una mentira o una artimaña política para afectar su reputación sino un hecho que cada día es más difícil de ocultar.

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