Política

Estado de bienestar sostenible

 

El Estado social de la 4T se financia sin deuda y sin más impuestos para trabajadoras, trabajadores, clases medias y empresariado: con el solo combate frontal a la corrupción, que es el principal cáncer que nos heredó el neoliberalismo depredador.

¿Qué tipo de Estado emergerá después de la pandemia? La respuesta asoma en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) del próximo año. Allí se recogen y fondean las verdaderas prioridades nacionales. Lo que no se refleja en el presupuesto de una nación es inexistente, sólo un buen deseo.

Una revisión, en lo general, del PEF 2021 revela cuatro grandes prioridades: salud, seguridad, infraestructura y bienestar social.

La prioridad en salud se explica por sí misma. Equipar hospitales que por ahora son cascarones, garantizar medicinas gratuitas y de calidad a la población, y proveer, de manera oportuna y sin costo, la vacuna contra la COVID-19 a quienes más la necesiten explican el monto presupuestal en este rubro.

El presupuesto en seguridad se incrementa de manera notable. La Guardia Nacional llega a más de 90,000 elementos (contra 30,000 que tuvo como máximo la Policía Federal), así como la construcción de cuarteles que alojarán a quienes integrarán el nuevo cuerpo policiaco.

Los proyectos de infraestructura, como el Nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, la refinería de Dos Bocas, el Corredor Transístmico y, sobre todo, el Tren Maya, son los pilares de la inversión pública para el próximo año, que permitirán atenuar el desarrollo desigual del sureste del país, generar miles de empleos a escala nacional y detonar la inversión privada en estos rubros estratégicos para el crecimiento económico.

Pero el alma o huella central del próximo presupuesto son los programas sociales, que, como nunca en la historia, las últimas dos generaciones de mexicanas y mexicanos habrán de recibir: en conjunto, una inyección de 505 mil 263 millones de pesos, es decir, más de medio billón de pesos.

De esa cantidad, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador planea destinar 303,982.9 millones de pesos a 11 programas sociales esenciales —lo que significa un aumento del 3.6 % más de lo aprobado para este año—, entre los que se encuentran la Pensión para el Bienestar de los Adultos Mayores, Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro.

De acuerdo con el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación presentado por la Secretaría de Hacienda, el programa de becas Jóvenes Escribiendo el Futuro, operado por la Secretaría de Educación Pública, prevé recibir un incremento del 30.8 % para el 2021, mientras que el de Microcréditos para el Bienestar, conocido como “Tandas para el Bienestar”, es el que más pierde, con un 40 % menos de lo aprobado en 2020.

Lo que perfila el presupuesto del próximo año es un Estado de bienestar social del que no se había dispuesto en las últimas tres décadas. Pero además, por el hecho de estar orientado hacia la población más vulnerable, y por su diseño holístico, el PEF 2021 muestra también un Estado de bienestar democrático y sostenible.

A diferencia de los Estados de bienestar que en el siglo pasado terminaron siendo inviables por la carga fiscal y la deuda pública, el Estado social de la 4T se financia sin deuda y sin más impuestos para trabajadoras, trabajadores, clases medias y empresariado. Con el solo combate frontal a la corrupción, que es el principal cáncer que nos heredó el neoliberalismo depredador, se puede construir en el país un Estado de bienestar democrático y fiscalmente sostenible.

ricardomonreala@yahoo.com.mx

Twitter y Facebook: @RicardoMonrealA

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