El presidente mencionó de nuevo que en el pasado México vivió en un narcoestado y que al exsecretario de Seguridad hoy se le acusa en Estados Unidos de brindar protección al Cártel de Sinaloa.

FOTO: Cuartoscuro / Moisés Pablo

El exmandatario presidencial Felipe Calderón debe estar tranquilo si no tuvo nada que ver con el caso de su exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, quien enfrenta un proceso en Estados Unidos por nexos con el narcotráfico, consideró el presidente Andrés Manuel López Obrador.

“El que nada debe nada teme. Si García Luna actuaba por su cuenta, si en seis años no se dio por enterado de lo que hacía García Luna, ¿qué se va a preocupar? Debería estar tranquilo, pero que no me eché la culpa a mí, ahora sí que como diría el clásico, ¿y yo por qué?”, expresó en la conferencia matutina.

El lunes, ambos se hicieron señalamientos por asuntos de seguridad y narcotráfico. Primero, en la mañanera, el jefe del Ejecutivo declaró que, en el pasado, México vivió en un narcoestado. Más tarde, el expanista recordó cuando López Obrador saludó a la mamá de Joaquín el Chapo Guzmán Loera y cuando liberó a Ovidio Guzmán López.

“Ayer se enojó el expresidente Calderón conmigo, ¿yo qué culpa tengo? No es conmigo, es con el juez de Estados Unidos. García Luna fue su secretario de Seguridad Pública y todos los que están siendo señalados ahora, Palomino, Pequeño, hasta los premiaba”, expresó.

“Que porque saludé a la mamá de Guzmán Loera; pues la volvería a saludar si me la encuentro, ahora ya no de mano, pero cómo no voy a saludar a una anciana. Que se liberó al hijo de Guzmán Loera. Pues sí, yo tomé la decisión porque no quise que perdieran la vida cientos de personas, eso lo asumo, pero que él nos diga todo lo que sabe sobre García Luna, porque fue su secretario de Seguridad Pública”, agregó.

Refirió que a García Luna se le acusa en Estados Unidos por haber recibido dinero para brindar protección al Cártel de Sinaloa.

Agregó que en ese tiempo también se permitió el Operativo Rápido y Furioso, con el cual, en secreto, se introdujeron armas estadounidenses con el supuesto de que al estar marcadas, se iba a saber quiénes las usaban y así se lograría la detención.

“Imagínense, hacer eso a espaldas del pueblo, en la clandestinidad. Un acuerdo del gobierno de Estados Unidos con el gobierno de México, resulta que entraron las armas y así como García Luna pues todo el gobierno estaba infiltrado, por eso se habla de un narcoestado”, expuso.

“Este acuerdo se hizo con la PGR y se empezó a filtrar la información, y claro que fracasó porque, como se dice coloquialmente, hubo pitazos o para decirlo con más claridad, gobernaba el narco, la autoridad estaba al servicio del narco”, manifestó.

El primer mandatario indicó que en la reunión de seguridad de este martes, se volvió a hacer una revisión de los funcionarios vinculados a García Luna para que no quede nadie. Externó que a la fecha se ha despedido a cerca de 30 personas que tenían relación directa con el exfuncionario federal.

“Era algo muy grave, esto no ha pasado en ningún lugar del mundo en los últimos tiempos y, sin embargo, aquí todavía hay defensores de estas personas. En cualquier otro país del mundo se hubiese convertido en un escándalo”, argumentó.