Por Oscar Díaz Salazar
Cada año, miles de familias de Reynosa pierden todas sus pertenencias, su ropa, sus muebles, sus utensilios de cocina, los aparatos y los objetos que ya se consideran indispensables para la vida moderna.
Cada año, se va a la basura el ahorro, invertido en objetos y prendas, que por doce meses se van adquiriendo con el trabajo y el esfuerzo de los miembros de la familia.
Cada año, en muchos de los hogares de Reynosa, se vuelve a la más precaria situación, al grado de no tener una cama para dormir, una mesa para compartir los alimentos, un refrigerador para conservarlos en buen estado o una muda para cambiarse la ropa.
Cada año, miles de viviendas de Reynosa quedan convertidas en focos de infección, luego del retiro de las contaminadas aguas, que por horas o días anegaron el interior de las casas de colonias, fraccionamientos, barrios y zonas residenciales.
Eso ya lo sabemos. Lo tenemos presente porque ha ocurrido invariablemente en los últimos cinco años, por lo menos, y antes también, pero no en forma cíclica.
¿Y que hacen las autoridades?
Los gobiernos locales actúan a posteriori, luego de la inundación, repartiendo escobas, desinfectantes, cubetas, artículos de limpieza y, por excepción, algunos objetos que genéricamente denominan enseres domésticos.
Ni la presidenta municipal, ni el gobernador, ni el gerente de la COMAPA de Reynosa, – que tradicionalmente ha sido el encargado de la gestión del agua, e interlocutor con las otras dependencias relacionadas con este tema -, han dado una explicación técnica de las causas de las inundaciones.
Las autoridades panistas, que jamás de los jamases se asumen responsables y siguen cómodamente instalados en la posición de «opositores al PRI gobierno», a pesar de llevar cuatro años en el gobierno, se han limitado a ofender a los ciudadanos por tirar basura y ser muy cochinos, a quejarse por la herencia de los malos gobiernos y a recordar que la naturaleza no es predecible.
A los reynosenses no nos han dicho por qué nos inundamos; como ha evolucionado el problema de los escurrimiento pluviales, con la pérdida de áreas verdes y el avance del asfalto y el concreto; que obras de ingeniería hidráulica nos hacen falta; que tareas, inversiones y obras le corresponde realizar a cada dependencia y nivel de gobierno, etc.
El tema de las inundaciones es un grave problema que se complica cada vez más. Que afecta a miles de familias. Que representa pérdidas multimillonarias. Que deteriora el nivel y la calidad de vida de amplios segmentos de la población. Que afecta considerablemente el arraigo y sentido de pertenencia, pues difícilmente estás satisfecho en un sitio donde vives constantemente con el temor y la incertidumbre de perder todo en cualquier momento, con la primera lluvia prolongada.
Considero que se debe involucrar a todos los reynosenses en la solución de un problema que si bien no afecta a todos por igual, si es provocado por las modificaciones que se hicieron a la naturaleza para beneficio de todos y cada uno. Intentare explicarme: con la construcción de nuevas colonias o la fundación de nuevos asentamientos humanos, regulares o irregulares lo mismo dá, las colonias existentes, ubicadas en un nivel más abajo de la misma cuenca hidrológica, se volvieron susceptibles de inundarse, porque las áreas verdes que absorbían el agua de lluvia ya no lo hacen en la misma medida, desde que la mancha gris de la urbanización le gana terreno a la verde.
Propongo, con el ánimo de provocar al lector para que también se anime a participar en la búsqueda de soluciones, que lo recaudado por concepto de impuesto predial en el 2021, se destine en su totalidad a la construcción de las obras necesarias para evitar las inundaciones.
Saber que al cumplir con esa obligación estas participando en la solución de tus propios problemas, en el caso de los moradores de las viviendas que se inundan, o que ayudas a resolver un problema que afecta a familiares, vecinos y amigos, para los que no se inundan, puede ser un gran incentivo para que los contribuyentes cumplan con su pago, un pago que muchas veces los ciudadanos evaden, por la desconfianza en las autoridades y por no ser visible y tangible el destino de esta contribución.
¿Que necesitamos hacer para evitar las inundaciones?
