Se destapa Carlos Loret vs EPN…
Nicasio Fonseca Munguia Quijoteando
Las investigaciones de Carlos Loret, publicadas en El Universal este 22 de julio, apuntan directamente a Enrique Peña Nieto, Luis Videgaray, además de algunos ex legisladores, gobernadores y funcionarios de primer nivel coludidos en la organización criminal más ambiciosa del sistema político mexicano después del régimen salinista; por considerarlas de interés nacional, las transcribimos íntegramente.
Por Carlos Loret
“Enrique Peña Nieto solía hacer los amarres en su propia oficina. Con gobernadores o con legisladores de mayor perfil. Votos a cambio de recursos presupuestales con margen de discrecionalidad para que a la hora de ser asignados, generaran una «comisión». Concluida la negociación, levantaba el teléfono rojo de la oficina presidencial en Los Pinos y muchas veces incluso giraba la instrucción directamente a Fernando Galindo, su subsecretario de Egresos de Hacienda: dale tantos millones a tal o cual. Y punto.
Lo que seguía era una minuciosa operación para darle forma «legal» al asunto. El papeleo, pues, para guardar las apariencias. Esa minuciosa operación era llevada al cabo por un hombre que fue asesinado hace dos meses en Morelos. La Fiscalía local apuntó que fue un crimen pasional.
Nadie como Isaac Gamboa Lozano, quien el sexenio pasado se desempeñó como titular de la Unidad de Política y Control Presupuestal de Hacienda, para hacer una radiografía de cómo funcionaba la corrupción al más alto nivel: a cambio de los votos en el Congreso, legisladores y gobernadores recibían manga ancha para «etiquetar» recursos del presupuesto federal hacia alguna obra pública que quisieran, y de esa obra, ellos se quedaban con una tajada.
Isaac Gamboa era el hombre que aterrizaba el papeleo. Las citas solían realizarse en las oficinas de la Secretaría de Hacienda en la Avenida Constituyentes de la Ciudad de México. Era el último eslabón de los «moches» que habían pactado en las negociaciones políticas los altos mandos del gobierno. Gamboa Lozano se llevó muchos nombres y muchos números a la tumba.
Pero no era el único que sabía. Otro personaje clave en la trama de los moches es hoy diputado federal del PRI: el exsubsecretario Galindo, que trabajaba en Hacienda bajo el mando de Luis Videgaray y con acceso directo al entonces presidente. Y también sabe buena parte de esta truculenta historia el también legislador priista Luis Miranda, amigo entrañable de Peña Nieto, una especie de «rey del cash» que manejaba enormes cantidades de dinero en efectivo para la «operación política», primero como subsecretario de Gobernación y luego como secretario de Desarrollo Social.
Todo esto me lo cuentan distintas fuentes a las que he acudido para tratar de encontrar nuevas aristas en la historia de la corrupción detrás del Pacto por México, que ha denunciado el presidente López Obrador y que tiene como primera temporada de espectáculo político la participación del exdirector general de Pemex, Emilio Lozoya, en su calidad de testigo protegido.
En la operación de compra de votos que acompañó al Pacto por México el desfile de nombres que sueltan las fuentes es interminable. Vamos a ver cuáles salen a la luz pública, cuáles se reservan por estrategia, y contra cuántos realmente existe un proceso judicial que termine en una sentencia. Sólo con una investigación exhaustiva, que no seleccione interesadamente acusados y que derive en una condena, se podrá hablar de combate a la corrupción y fin de la impunidad. Todo lo demás es campaña política.”
LAS CAJAS FUERTES DE LUIS VIDEGARAY. Carlos Loret
“Lo importante de esos departamentos eran sus cajas fuertes. Medían como un metro y medio de altura. Les cabía más cash de lo que uno pudiera imaginar. Las cajas fuertes estaban en departamentos de la zona de Polanco en la Ciudad de México, y sólo se abrían bajo las órdenes de Froylán Gracia García, brazo derecho del entonces director general de Pemex, Emilio Lozoya. ¿Para qué servía ese cash? Para sobornar políticos en el marco de la aprobación de la reforma energética en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Así me lo revelan fuentes a quienes consulté buscando detalles sobre el modus operandi de Emilio Lozoya para lograr la aprobación de la reforma energética y que ahora le da acceso al privilegio de ser testigo protegido del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Los fajos de billetes solían entregarse en bolsas de Louis Vuitton y otras boutiques carísimas, que iban engrapadas en la parte superior para evitar que se viera el contenido. A veces se entregaban en los departamentos, a veces en la torre de Pemex, pero cuando se perdió el pudor, se veía a legisladores al terminar sus jornadas de trabajo, desfilando en los pasillos de las Cámaras de Diputados y Senadores con sus bolsas de marca rumbo al estacionamiento para guardarlas en las cajuelas de sus coches”. Fin.
Lo hemos dicho siempre, Dios nos libre de enemistades de amigos; Loret de Mola fue, al parecer hasta hoy, un amigo del sistema político del prianismo y sus apéndices; sus espacios en medios, como la información producto de las investigaciones realizadas en el ejercicio profesional, le llevaron a ser un periodista al cual los distintos regímenes supieron “corresponder” de manera más que generosa por sus servicios. Hoy, el periodista de referencia, con su amplia visión y experiencia en los avatares de la política mexicana, al parecer está convencido de la debacle del peñismo y no duda ya en buscar incorporarse al nuevo tren de la 4T, aportando el resultado de “sus investigaciones” que no son otra cosa que publicitar, sacando a la luz, los hechos de corrupción por él ampliamente conocidos … ¡ Ha muerto el rey… viva el rey …! Lo dicho, Dios nos libre de enemistades de amigos … ¿ No cree usted …?.