Nicasio Fonseca Munguia
Quijoteando
Este pasado martes 28, un juez federal vinculó a proceso a Emilio Lozoya Austin por lavado de dinero en el caso Agronitrogenados, además de ordenar colocarle un brazalete electrónico y vigilancia permanente mientras esté en el Hospital Ángeles del Pedregal, sin embargo, tras ser dado de alta gozará del equivalente a la libertad provisional con la única restricción de salir del país, toda vez que … ¡ Asómbrese usted ..! La Fiscalía General de la República no solicitó al juez la prisión domiciliaria, mucho menos le impusiera una fianza y lo que es aún más grave, el juez que conoce del caso simplemente resolvió la situación jurídica del imputado en respaldo a las omisiones de la FGR, sin considerar de oficio el grave daño a la economía nacional.
No, pos si … todo hace indicar que ya se desinfló el globo; la justicia sigue siendo la misma en este país, no cambia y al parecer no cambiará jamás mientras persista el sistema político de arreglos y componendas en la cúpula gobernante ¿ Por qué decimos lo anterior ? Simple; después de haber ido por él a España en un avión de la FGR, otorgándole un trato especial pese a ser un consumado delincuente,Lozoya Austin, está con un pie en la calle … sin fianza, sin protección especial y seguramente con el respeto a su integridad física pues al parecer ya no representará peligro para nadie “de arrriba”.
El ex de Pemex, claro, con un brazalete, sin pasaporte ni visas, podrá andar tranquilamente en la calle mientras se sigue su proceso tras haber defraudado miles de millones del erario nacional; mayor mascarada procesal no la concebíamos en los nuevos tiempos del país, pese a considerar que ya lo habíamos visto todo ¡ Bendita ingenuidad nuestra ..! Dejar libre a Lozoya, un individuo con capacidad financiera para volver a huir del país, que ya se sustrajo a la acción de la justicia … en verdad que será un testigo “protegido”, eso ya no se pone en tela de duda, pues alguien muy poderoso y hasta peligroso para la 4T, lo está protegiendo.
No se explica de otra manera, la justicia mexicana está en quiebra moral, ética y profesional, toda vez que no juzga con el mismo rasero a la delincuencia política, nos explicamos: Rosario Robles, una verdadera “pájara de cuenta” sigue privada de su libertad por la llamada estafa maestra, pese a que hasta la fecha no le han instruido una causa penal con elementos de peso más allá de omisiones administrativas que. dado el caso, la inhabiliten como servidora pública de por vida; el cobro de cuentas, vulgo venganza política hacia la ex perredista cada vez resulta más obvio.
Es ingenuo pensar, que en plena libertad, sin mayores presiones de la justicia, Emilio Lozoya pudiera delatar a sus jefes políticos Peña y Videgaray, como sería ingenuo pensar igualmente que con todo el conocimiento del gran fraude a la nación realizado por el régimen peñista su vida no corra peligro, como fundadamente se le protegió desde su llegada a México, al grado de suplantarlo en la supuesta llegada al reclusorio norte y su posterior ingreso al hospital “Ángeles” con toda la seguridad posible, luego entonces, restaría por conocer la resolución judicial sobre el caso Odebrecht, aunque por las señales primeras no pareciera que exista la intención de dictarle la formal prisión sin derecho a fianza, siempre y cuando regrese ¿ el cinco o diez por ciento del fraude ? … ¿ Dejarlo en libertad con únicamente un brazalete para su localización, sin temer por su vida ? ¡ Por favor ..! Esto nos lleva a pensar que los procesos penales a Emilio Lozoya Austin, como la protección de la justicia a sus jefes Peña y Videgaray, están más arreglados que una pelea del “Canelo” Álvarez … ¿ No cree usted …?
