El cierre de las casas de atención a migrantes derivado de la pandemia sanitaria del Covid-19 evidencia el tránsito de estos grupos por Reynosa, que aprovecha la sombra de la infraestructura cercana a los albergues para pasar el día e incluso para pernoctar.
Los migrantes intentan además conseguir empleo, por lo que aprovechan el tránsito de las unidades sobre el Libramiento Luis Echeverria para ofrecer servicios de albañilería, mantenimiento, jardinería, entre otros.
La mayoría son connacionales que fueron deportados desde Estados Unidos, pero que no quieren regresar a sus lugares de origen, sino que pretenden volver a cruzar a través de una solicitud de asilo.
Al no existir un periodo determinado para la respuesta a ese último trámite, deben esperar y financiar sus gastos sin apoyo.
Los albergues para migrantes optaron por cerrar sus puertas a nuevos integrantes desde abril, como parte de las regla sanitarias de la Comisión Estatal Contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS) a fin de prevenir casos del nuevo coronavirus entre la comunidad
Pero en las últimas semanas se ha notado un incremento entre las calles, atribuido a la desesperación de los que si recibían atención antes de la pandemia, por lo que además han surgido brigadas de ciudadanos que les llevan alimento y bebidas como muestras de solidaridad.
