Política

Alejandro Rojas Díaz Durán Vs. La Vaca Salvatrucha

Por Oscar Díaz Salazar

Hace bien Alejandro Rojas Díaz Durán en no presentarse a la cita que le fue notificada por funcionarios de la Fiscalía de Tamaulipas, para ser testigo en un asunto relacionado con el uso indebido de documentos oficiales o algo así por el estilo.

También dice bien Alejandro Rojas Díaz Durán cuando señala que no confía en las autoridades de Tamaulipas, no confía en la Fiscalía, no confía en los jueces de Tamaulipas, no confía en los policías del Estado, cuando afirma que no es de fiar el aparato gubernamental para procurar e impartir justicia.

Con todo y estar viviendo horas extras al frente del gobierno de Tamaulipas, no ha cambiado ni tantito la actitud represiva de Cabeza de Vaca, no ha variado ni una pulgada en el uso faccioso de la fiscalía, las policías, los jueces y toda la runfla de funcionarios que deberían cuidarnos y hacer justicia, pero que sólo actúan por consigna o bajo estímulos económicos.

A Cabeza de Vaca lo están perdonando. Hay claramente contubernio en el poder judicial federal para que este malandro siga libre y usurpando las funciones de gobernador. En contraste, el texano Francisco N sigue actuando en calidad de dueño del Estado, un dueño al que le molesta la crítica y que no permite que nadie le señale sus errores y sus transas, mucho menos quienes no son del Estado y por eso, porque puede, es que hoy se dispone a correr de Tamaulipas a Alejandro Rojas, con quien tuvo la gentileza de darle un aviso, generosidad que no le vimos en el caso de la abogada laboralista Susana Prieto Terrazas a quien “empapeló” en forma arbitraria, ilegal a semejanza de un descontón de pandillero.

Rojas Díaz Duran es el artífice de la debacle panista y vaquista en Tamaulipas. Los actores locales han llevado la prudencia a niveles que nos hacen sospechar de acuerdos con el gobernador, y por eso ha tenido que ser uno de afuera, -aunque a raíz a de sus aspiraciones políticas nos diga que es el más tamaulipeco de los chilangos- quien le puso el cascabel al gato, o el yugo a la vaca.

Rojas fue quien se hizo cargo de documentar el enriquecimiento de Cabeza de Vaca, la triangulación de recursos, la simulación de contratos de obra, las asociaciones con empresarios y familiares, etc., etc. Pero no sólo reunió información y armó el expediente, también fue quien acusó formalmente al gobernador y sus cómplices.

Al señor Alejandro Rojas Díaz Durán le deben una gran parte de su triunfo las autoridades que el próximo primero de octubre entran en funciones. De no haber intervenido Rojas Díaz Durán en Tamaulipas, otro hubiera sido el resultado. Claro está que no tendrá el justo reconocimiento a su labor, pues siempre es más sencillo pensar que el mérito es propio y que las cosas se dan por obra y gracia de la providencia o como he escuchado que muchos dicen: “fue el presidente”… Como si la voluntad presidencial no necesitara a nada ni nadie para hacerse realidad.

Por lo pronto Rojas Díaz Durán está citado en calidad de testigo… pronto veremos si la Vaca Salvatrucha se atreve a liberarle órdenes de aprehensión, y si logra disuadir a Rojas de visitar las ciudades de Tamaulipas.

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