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Ni un peso asigna PEF 2023 para carreteras y caminos a Tamaulipas

Por :Mauricio Fernández Díaz

Ciudad Victoria.- Para los habitantes que limitan al norte con el río Bravo y al este con el Golfo de México, hay una noticia buena y una mala en la propuesta del Ejecutivo para el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) de 2023. Como se acostumbra en estos casos, comencemos por la buena: el 61.3 por ciento de los recursos para carreteras, caminos y aeropuertos lo obtendrán entidades gobernadas por Morena. La mala noticia, sin embargo, es que Tamaulipas no aparece.

Es importante indicar que, hasta este momento, se trata del planteamiento ofrecido por la Presidencia sobre el ejercicio para el año siguiente, y que en unos días se abrirá a revisiones en el Congreso de la Unión, dónde se esperan cambios. Además, falta por conocer el presupuesto para proyectos hidrológicos que aparecerán en otro rubro, en el cual Tamaulipas espera quedar incluido. Por lo pronto, no lo está en éste de la Secretaria de Infraestructura Comunicaciones y Transporte (SICT), antes SCT.

Así, los estados gobernados por Morena recibirán un total de 29 mil 771 millones para construcción de carreteras, caminos rurales, infraestructura aeroportuaria, mantenimiento, proyectos ferroviarios y transporte masivo de pasajero. Se trata de Baja California, Baja California Sur, Chiapas, Guerrero, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo, Sinaloa, Tabasco, Veracruz y Ciudad de México, en manos de Morena, incluso abarca a San Luis Potosí, gobernado por el Partido Verde.

En el análisis presentado por Grupo Reforma, a la Ciudad de México se la asignan el monto más alto del presupuesto carretero, con 12 mil 876 millones, 26 por ciento del total nacional.

Una vez ganada la elección de 2022, parece que la Federación ha disminuido su atención en Tamaulipas para ponerla en entidades dónde competirán por la gubernatura, al menos en lo que respecta a inversión carretera. De esos más de 12 mil millones de pesos al centro del país, 11 mil 874 millones corresponderán a obras compartidas con el Estado de México, dónde se librará, para muchos, la elección que puede decidir al futuro presidente de 2024 en lo que al partido gobernante se refiere.

Usar el presupuesto de la Federación como estrategia política es una costumbre que todos los partidos han empleado cuando están en el poder, y no se puede acusar a la Cuarta Transformación de no respetar la igualdad de la competencia. Hubiera sido deseable , eso sí, que rompiera con esos vicios si verdaderamente se trata de una opción diferente, pero la lucha por el poder no tiene palabra, sea cual sea el color que tenga el mando.

Hace falta conocer el presupuesto de infraestructura para proyectos hidrológicos para confirmar el segundo acueducto en Ciudad Victoria, una obra comprometida por Américo durante la campaña. Varias reuniones en la Ciudad de México con el Secretario de Hacienda despiertan el optimismo. Pero antes deben discutirse los montos y las prioridades entre los diputados federales para pensar en cualquier modificación al PEF que incluyan dicha instalación. Y esto puede llevar hasta dos meses.

Quizás para adelantarse a las inconformidades, el diputado federal maderense Erasmo González Robledo, presidente de la poderosa Comisión de Prepuesto, ya anunció un aumento “histórico” de 10 por ciento en términos reales al presupuesto de Tamaulipas, con un monto de 65 mil 578 millones de pesos en 2023.

Pero Erasmo se refiere al gasto general para educación, seguridad, salud, mantenimiento carretero y demás rubros que por ley la Federación cubre cada año. Aunque cualquier incremento de recursos es celebrable, los alcaldes tamaulipecos quieren saber si conseguirá los fondos para los obras de infraestructura que cada uno ha solicitado como si se tratara de la carta a Santa Claus. Astutamente, González Robledo advirtió que la discusión del paquete de 2023 apenas va a comenzar y pueden tal vez obtenerse los dineros para ejecutarlos. Pero esa etapa está pendiente.

En este momento, de memoria, recordamos que el profesor Armando Martínez, al final de su primer informe, le encargó públicamente a Erasmo González que gestionara los recursos para construir el auditorio municipal de Altamira, que se lo dejaba “de tarea”.

Y así como el alcalde altamirense hizo su encargo, lo propio manifestaron el de Ciudad Madero, el de Tampico, el de Reynosa, Matamoros, Nuevo Laredo y todos los demás municipios. Prometer no empobrece, pero mucho del futuro político de Erasmo, si acaso quiere continuar en esto, dependerá de cumplirles esos anhelados proyectos.

Visto de cerca, el problema no es Erasmo sino la política del gasto que se decide en Palacio Nacional, directamente desde el escritorio de López Obrador. Luces y sombras muestra esta política durante la administración actual ya que, si bien ha aumentado la ayuda directa a grupos vulnerables, como los adultos mayores y los jóvenes desempleados, ha sacrificado inexplicablemente áreas sensibles a la población.

La mayor parte del presupuesto federal se canaliza a las obras insignia, como el Tren Maya y la Refinería Dos Bocas, cuyos costos se han duplicado. Eso también concentra la inversión en un punto reducido del país, ocasionando rezago en otras entidades. Tabasco y Campeche han recibido ellos solos el 62 por ciento en los últimos dos años.

Mientras haya tiempo, habrá oportunidad para cambiar las cosas. La tarea que le espera a Erasmo González Robledo no es nada fácil, más ahora que Cabeza de Vaca dejará casi quebradas las finanzas estatales. Pero es ahora cuando debe verse que valió la pena echar al PAN del poder y dárselo a Morena.

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