Análisis

REABRIR LAS PLAYAS

Homero Hinojosa.

Si no hay cambios de última hora, a partir del 1 de junio los centros turísticos de mayor importancia en nuestro país (Cancún, Playa del Carmen, Puerto Vallarta, entre otros) iniciarán una primera etapa de preparativos para reiniciar operaciones. Algunos hoteles ya han fijado la segunda semana de junio para formalmente recibir a sus huéspedes.
El regreso de turistas no es tanto problema. Sondeos en Estados Unidos y Canadá revelan que muchos turistas están ya con un pie en la escalinata del avión para visitar nuestras playas (sin considerar una buena cantidad de mexicanos con la idea de hacer lo mismo). Y es que el mes de junio representa el arranque oficial y tradicional de las vacaciones de verano, ahora este año en “modalidad coronavirus”.
El problema no es de demanda. Las complicaciones más bien se presentan en todo el protocolo de retorno de operaciones que deben de seguir hoteles, líneas aéreas, restaurantes, centros de entretenimiento y demás prestadores de servicios turísticos los cuales deben regirse por lo que disponga el semáforo regional en sus respectivas zonas, así como el seguimiento de las disposiciones específicas de reapertura que marquen las autoridades locales.
Miguel Torruco, secretario de Turismo, informó esta semana que en los siguientes meses esperan atraer a una gran cantidad de turistas canadienses y estadounidenses que han mencionado a México como su destino internacional preferido para viajar tras la pandemia. 
«Esto es porque, por ahora, no están dispuestos a hacer viajes largos en avión, de más de cuatro horas”, dijo Torruco.
La industria del turismo ha sido una de las más golpeadas en Mexico. Este sector de la economía pierde cerca de 4 mil millones de pesos diarios debido a la inactividad. Según el Centro de Investigación y Competitividad Turística (Cicotur) de la Universidad Anáhuac uno de cada cuatro empleados de este sector ha perdido su empleo. 
El número podría ser mayor, pues la estimación en relación a los empleos perdidos no considera un escenario en donde cientos de empresas  de servicios no reabran este verano e incluso se vean obligadas a cerrar para siempre.
El impacto negativo de la pandemia para el consumo turístico sumará 1.6 billones de pesos  lo que reducirá la participación del PIB turístico en el monto nacional a casi la mitad. Esto es, El PIB turístico se reduciría a una participación estimada en el PIB nacional de 4.9 por ciento, siendo que en 2019 la proporción fue casi del 9 por ciento.
El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador tiene un interés especial por reactivar este sector productivo. Esta semana se anunció un proyecto para mantener los ‘»puentes largos” en los próximos meses para impulsar el turismo ya que se ha demostrado que la ocupación hotelera llega a aumentar hasta un 8 por ciento en fines de semana feriados, principalmente en los destinos de costas y en los pueblos mágicos.
México vive mucho del turista nacional y extranjero. Reabrir las playas, los diversos centros vacacionales y reanudar operaciones aéreas y terrestres debe ser considerada una medida prioritaria a ejecutar. Claro está, siempre con los cuidados y precauciones pertinentes para proteger no solo a los empleados y servidores del sector, sino también a miles de visitantes y sus familias. 

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