ALEJANDRO DE ANDA.
«¿Qué tan grande es la expectativa de esta peste, que sean capaces de sacar sus más ocultas cartas bajo la manga?”
LO CLARO. Hemos reconocido –con justa razón- que los mexicanos o algún ser humano del planeta, no teníamos previsiones o protocolos establecidos para el manejo de crisis y de control en general de una pandemia como el coronavirus.
Ya habíamos padecido la falta de atención de emergencias, cuando deliberamos que no existían medidas sanitarias, psicológicas, económicas, legales para atacar en su momento a la crisis que significaba el combate a la violencia que devastó la evolución y progreso de nuestro país en su momento.
No existían reglas en las escuelas que les enseñaran a los maestros a actuar frente a un conflicto entre aquellos que se enfrentaban al margen de la ley con violencia sin límites. Y que se volvían ‘pan de diario’.
Hoy así nos toma de nuevo el COVID19 o coronavirus por su nombre genérico.
Aún no estamos ni siquiera ciertos de la esperanza de vida de cada cual, de ser inoculado por el invisible bicho.
De esta suerte, instituciones como la Universidad Autónoma de Tamaulipas se han dado a la tarea –a través de sus cuerpos de investigación académica- para convocar a la comunidad en general a promover aportaciones científicas y tecnológicas que permitan instituir criterios de atención, de solución, de atenuamiento al impacto en todos los aspectos.
Como el proponer sistemas de ventilación capaces de ayudar en el restablecimiento de la salud de quienes han sido infectados (medidas tecnológicas), hasta el promover alternativas de emprendimiento a las cadenas productivas de modo que amortiguen la presión económica que causa la pandemia en el sector de desarrollo.
Los inevitables cambios alimenticios derivado del asilamiento, la violencia intrafamiliar, hasta la resiliencia que causa el enfrentar este enemigo mortal.
El resultado será un documento importante que congeniará con el nuevo modo de vivir que nos espera.
LO OSCURO. Es muy triste para los comunicadores compartir análisis del entorno y de su obligado desarrollo, cuando la única noticia en la que giran satelitalmente todos los asuntos públicos, refiere a la pandemia y sus efectos que atacan masivamente a la raza humana.
Quizá sea la razón que el conflicto energético y su brutal caída de los mercados no encuentra el eco y el espacio que demandaría al ser el principal aporte económico de muchos países, como Venezuela o México.
Y quizá los mayormente optimistas, creemos que el control que ejercen las autoridades salubristas respecto a medidas de confinamiento nacional serían la solución que nos permitirá en el lapso de dos semanas (como lo anunciaron) levantar el castigo de aislamiento social que ponga fin también al contagio masivo y a la sombra de la rondante muerte.
Pero…
Entonces, como han sido siempre los llamados ‘distractores’ que a raíz de la transmisión de una película política de sátira mexicana se conoció como ‘caja china’; nos enteramos de notas que no son de corte local o nacional.
¿Qué tan grande es la expectativa de esta peste, que sean capaces de sacar sus más ocultas cartas bajo la manga?
La noticia que usted y yo sabemos y que nos dispersa del dolor del encierro, señala que los extraterrestres ya están en el planeta, como dato que aporta la NASA.
El pentágono confirma el avistamiento de OVNIs a partir del 2 de abril pasado. No… no sólo los ‘gringos’ entraron al juego.
Kirsan Iliumzhínov es presidente de la nación rusa (ex URSS) de Kalmukia. Este presidente que representa a 300 mil calmucos, fue ‘abducido’ por una nave extraterrestre en varias ocasiones y comparte con los aliens, secretos de estado.
Motivo que tiene en alerta al presidente Dimitri Mendvedev, pues quizá los nuevos aliados del calmuco le consientan aspirar a dominar el imperio soviético.
Iliumzhínov declaró que los alienígenas –en una de las abducciones a través de un tubo de cristal desde su balcón- le permitieron regresar a tiempo de una gira que el mandatario tendría en Ucrania.
Y aseguraron a éste que los humanos aún no estamos preparados para su llegada.
Pero que él es la única persona autorizada en la Tierra para hablar con ellos.
COLOFÓN: Perdone usted la seriedad de la nota. Cuando vea usted que busca la presidencia de México Noroña, Javier Lozano o Cuauhtémoc Blanco, igual y ya no se animen a bajar los OVNIs. Sean serios. ¿Qué sigue con el coronavirus? Mejor ya ni preguntar
