LOS CINEASTAS SALIERON ‘RESPONDONES’
Héctor Garcés.
Como charro cantor de la época de oro del cine mexicano, la comunidad cinematográfica salió respondona y tumbó la iniciativa presentada por Mario Delgado y Dolores Padierna, diputados federales del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) que tenían la intención de desaparecer el Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (Fidecine).
Los legisladores morenistas nunca se imaginaron la reacción que desataría la propuesta, basada en la austeridad republicana dictada, sin importar consecuencias, por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Con la iniciativa, Mario Delgado y Dolores Padierna quisieron quedar bien con el señor de Palacio Nacional al unirse con su ‘proyecto’ a la serie de drásticos recortes sin ton ni son, aplicados a ‘hachazos’, en el presupuesto federal.
Sin embargo, los diputados federales de Morena no tomaron en cuenta el sentir y, sobre todo, la sensibilidad de la comunidad cinematográfica mexicana. Cineastas, actores y productores alzaron la voz, se inconformaron y reclamaron la idea de desaparecer el Fidecine.
La molestia de los integrantes de la industria fílmica mexicana adquirió otra dimensión cuando se unió a la creciente inconformidad el laureado director Guillermo Del Toro, premiado con ‘El Oscar’ a la Mejor Película en 2018 por
‘La Forma del Agua’ y creador de la magistral ‘El Laberinto de El Fauno’, ganadora en otras categorías en el máximo evento de Hollywood.
A partir de ahí, la iniciativa de los legisladores morenistas se hizo polvo y la dupla de Mario Delgado y Dolores Padierna tuvo que echar marcha atrás, con una franca disculpa de por medio y una vergüenza digna de una película de ‘ficheras’ de la década de los setentas.
Esta no era la primera vez que la 4T se metía con la comunidad cinematográfica nacional. Sucedió apenas semanas atrás con el decreto presidencial de desaparición de todos los Fideicomisos, una propuesta insertada en su plan (ley) de austeridad republicana.
Con ese ‘decretazo’ del señor de Palacio Nacional, de un ‘plumazo’ desapareció el Fondo de la Producción Cinematográfica de Calidad (Foprocine),
Si bien hubo algunas quejas y protestas, no hubo el mismo ruido que con la propuesta de desaparición del Fidecine hecha por los legisladores de Morena.
Tal vez el problema no fue tan mayúsculo con el caso del Foprocine debido a la intervención de la Secretaría de Cultura, que pidió a la Secretaría de Hacienda exceptuar de la aplicación del decreto presidencial al Fondo para la
Producción Cinematográfica de Calidad y al Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca).
No obstante, los cineastas no quedaron conformes del todo con la intervención de la Secretaría de Cultura, ya que, finalmente, el Foprocine fue integrado al Fidecine.
¿Cuál era la diferencia entre estos dos Fondos o Fideicomisos del gobierno federal creados a finales de la década de los noventas?
El Foprocine era utilizado para apoyar el cine de autor, ya fueran cintas de ficción o documentales. Exitosos filmes, pero con un contenido que buscaban algo más que la reflexión, como ‘El Crimen del Padre Amaro’ y ‘La Ley de
Herodes’ fueron financiados con recursos federales.
En cambio, el Fidecine es usado para respaldar películas comerciales. ‘No se Aceptan Devoluciones’, ‘No Manches Frida 2’ y ‘Godínez contra Virreyes’, que obtuvieron capital gubernamental para su producción, son ejemplo de ese Fondo.
Quienes realizan ‘películas de autor’ o que pretenden hacer un cine culto o de calidad no estaban conformes en ser incluidos en el mismo Fondo o
Fideicomiso que otorga recursos a los cineastas que solo buscan éxito en la taquilla, sin poner atención en la calidad del filme.
En esas estaban los cineastas mexicanos cuando, de repente, sin avisar, los diputados federales de Morena pusieron sobre la mesa la iniciativa de desaparecer el Fidecine.
Sin embargo, el plan de Mario Delgado y Dolores Padierna, planteado para quedar bien con el señor de Palacio Nacional en su idea de aplicar el socialismo, perdón, la austeridad republicana en el país, se chamuscó ante la profunda molestia de la comunidad cinematográfica y cultural, ofendida, además, porque nunca fue tomada en cuenta.
Esta es una muestra más de las muchas cosas que están haciendo mal (muy mal) no sólo en el Ejecutivo, sino en el Legislativo, los políticos de Morena, quienes llegaron al poder con la promesa de enarbolar una transformación histórica, pero que, conforme pasan los días, es evidente que no pueden con el enorme paquete de manejar y administrar México.