EL INVIABLE REGRESO A CLASES
HÉCTOR GARCÉS
Ya se ha escrito en varias ocasiones en esta columna, pero ‘va de nuez’: no existen, ni habrá condiciones para que los niños y los jóvenes regresen a clases presenciales en las zonas metropolitanas del país el próximo primero de junio.
Pensar en un retorno a las aulas educativas, por ejemplo, en la Ciudad de México y los municipios colindantes del Estado de México es fomentar la cadena de contagios de coronavirus. En otras palabras, un suicidio.
Lo mismo sucede en la zona sur de Tamaulipas: Tampico, Ciudad Madero y Altamira concentran el 40 por ciento de los casos confirmados (faltarían los que no están identificados vía pruebas y los múltiples asintomáticos) de Covid-19 en el estado y la cifra se incrementará por su tendencia expansiva en los siguientes 15 días, es decir, por el resto de mayo.
En ese contexto, es inviable que las escuelas de educación básica y media de Tampico, Madero y Altamira reanuden su actividad en tres semanas más. Lo mismo sucederá en Ciudad Victoria, Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo. No es o, mejor dicho, no será el momento.
Como se ha dicho en muchas ocasiones, mientras no se elabore una vacuna o se aplique un medicamento que mejore el tratamiento y reduzca la letalidad del virus, la pandemia va para largo. Por tanto, un regreso a clases, en los niveles de primaria y secundaria, será imposible en el corto plazo.
Volver a las aulas el primero de junio, tal como lo planteó en una conferencia ‘mañanera’ el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, es imprudente.
Esteban Moctezuma debe entender que una escuela primaria o secundaria no es una tienda ‘Elektra’, abierta de manera irresponsable durante la contingencia sanitaria.
En Jalisco, el gobernador Enrique Alfaro ya tomó la decisión: en ese estado las escuelas no retornarán a las actividades porque no existen las condiciones para garantizar la salud de los estudiantes, profesores, directivos, padres de familia y trabajadores que participan diariamente en la concurrida dinámica escolar.
‘Nuestro estado ha levantado la voz y ha puesto sobre la mesa que, en este país, no hay condiciones para regresar a clases, sería un grave error’, expresó Enrique Alfaro.
Directo y claro, el mandatario estatal puntualizó: ‘Cuando menos en Jalisco es una decisión que hemos tomado y que vamos a defender con diálogo, con sensatez, pero con mucha firmeza’.
En un inicio, Hugo López-Gatell dijo que la cresta de la pandemia en México se iba a presentar en junio y que comenzaría a descender a principios o mediados de julio, extendiéndose la primera ‘oleada’ del coronavirus hasta agosto o septiembre.
Sin embargo, el subsecretario de Salud modificó los tiempos y comentó que la cifra más alta de casos y contagios se registraría entre el 8 y el 10 de mayo. Luego habló del 6 de mayo. Finalmente, informó que el punto más alto de la epidemia se extendería hasta el 20 de mayo.
Ese cambio de fechas no obedece a metodología matemática alguna, sino a los simples deseos políticos del señor que vive y despacha en Palacio Nacional. Ese es el problema.
Andrés Manuel López Obrador llegó a decir que le gustaría que la contingencia sanitaria terminara el 10 de mayo. Por supuesto, debido a la acelerada propagación del virus, era imposible concluir con la cuarentena ayer, Día de las Madres.
No obstante, las autoridades sanitarias ‘ajustaron’ el fin de la contingencia sanitaria en los municipios que no han registrado casos de coronavirus (alrededor de 900) para el próximo domingo 17 de mayo, en un intento por cumplir -en parte- con los deseos presidenciales.
De paso, avalaron el regreso a clases en todo el país el primero de junio. La realidad es que eso no va a suceder. Ni de chiste. No existen las condiciones.
Basta ver lo que sucedió en Wuhan, China, donde surgió el virus: el regreso a clases, realizado apenas hace unos días, fue parcial, solamente volvieron a las aulas los estudiantes del último año de preparatoria. Lo hicieron con cubrebocas, guantes, protectores y hasta con mamparas de plástico entre cada asiento. Los cuidados sanitarios fueron máximos.
La SEP deberá pensar (verbo que se le dificulta) con seriedad en un plan para concluir el ciclo escolar con éxito. La educación vía digital es una alternativa y continuar con el programa ‘Aprende en Casa’ es la opción más probable, pero a todas luces ineficiente. Una más: dar por terminado el ciclo escolar… y pensar en cómo va a aplicar el siguiente, el periodo 2020-2021.
Y PARA CERRAR…
Las actividades económicas se deben retomar de manera gradual, escalonada, pero con un plan bien articulado, un plan que debería ser elaborado entre la Federación y los gobiernos estatales, en conjunto, de acuerdo a las condiciones y circunstancias de cada región.
Eso es lo que debería suceder en una República… bueno, se supone que México es una República.