De Álvaro Villanueva a Xicotencatl González Uresti; 16 años perdidos ¿Qué cambió con el cambio?
Por Mauricio Fernández Díaz
Ciudad Victoria está maldita, nosotros como ciudadanos, como votantes la hemos maldecido no una sino múltiples ocasiones, cada 3 o 6 años. Hemos votado de manera equivocada, unos de buena fe, otros por conveniencia, unos mas porque han sido engañados.
Lo cierto es que la capital de Tamaulipas y gran parte de los municipios se encuentran en un estado lamentable, en muchos casos como Ciudad Victoria, Mante, Reynosa, Nuevo Laredo, Tampico, Matamoros Llera y otros se han quedado estancados o han retrocedido.
Sin temor a equivocarme puedo asegurar que hemos tirado por la borda, por la cañería de la historia toda una generación, toda una época en la que pudimos progresar y en lugar de eso, retrocedimos.
¿Sabían ustedes que hasta Diciembre del 2019, Tamaulipas tiene una deuda pública nada menos que de 15 mil millones de pesos, o sea, que cada uno de nosotros, hombres, mujeres y niños debemos 4, 358 pesos sin que este dinero lo hayamos visto ni siquiera pasar, mucho menos verlo invertido en obra o servicios públicos.
Llegue a Ciudad Victoria cuando era presidente municipal el priista Álvaro Villanueva Perales (2004-2007) y Gobernador Eugenio Hernández Flores, Hernández Flores había antecedido a Villanueva Perales como presidente de Victoria en el periodo 2001-2004, siendo este período benéfico para la capital debido a las aspiraciones de Geño para ser gobernador, lo obligaron a hacer méritos con los victorenses; a la postre llegaría a la gubernatura y muy caro nos saldría la inversión que con nuestro dinero realizo en la capital del estado
Alvaro Villanueva Perales es Consuegro de Gustavo Cárdenas Gutiérrez, miembros de partidos distintos pero del mismo clan de bribones y saqueadores. Alvaro Villanueva supo primero engañar a los victorenses para posteriormente saquear a Victoria y volverse con ese dinero un personaje millonario que hoy tiene inversiones en gasolineras, restaurantes y tiendas de autoservicio en Estados Unidos conjuntamente con su consuegro Gustavo Cárdenas Gutiérrez
En el 2006, siendo presidente Villanueva Perales, Victoria era una ciudad con infinitas carencias, llena de cráteres, servicios públicos sumamente deficientes, delincuencia “común” y delincuencia organizada protegida desde la gubernatura y desde luego, desde la presidencia, ambos nidos de funcionarios corruptos, una capital donde tenían acta de nacionalización el vicio, la prostitución y el tráfico de drogas.
Perales, un político de largas y afiladas uñas llego ahí, empujando por Geño y su camarilla solo para volverse millonario con los giros negros, las gasolineras y el moche que recibía por parte del Crimen Organizado.
Las colonias todas estaban en completo abandono, pero, eso sí, recibían despensas electoreras distribuidas tanto por el DIF como por la Sedesol Estatal y Federal.
Fue un gobierno de espanto, miserable, catalogado en ese tiempo como uno de los peores que había tenido la capital; No contabamos que sería superado por administraciones venideras.
Álvaro Villanueva Perales fue botado por los ciudadanos al basurero de la historia y desde que salió hasta ahora es fecha que no se deja ver públicamente, así de grande dejo la huella entre los victorenses. Se le recuerda por haber dejado una deuda de 700 millones de pesos sin justificar en que habían sido utilizados
Le siguió Arturo Diez Gutiérrez. Su paso por la presidencia fue igual de gris que su personalidad. Se le recuerda, al igual que al anterior, por haberse vuelto millonario y más que nada, por pedir un préstamo de 500 mdp autorizado por el cabildo y el Congreso 1 día antes de terminar su gestión.
Igual que con Álvaro Villanueva, Jamás se supo que destino tuvo ese dinero.
En ambos casos los Congresos, la Auditoria Superior del Estado, la Contraloría y todos los órganos internos de control fueron cómplices de esta robadera.
Pero la deuda como es pública, con todos y sus intereses siguió y sigue pagándose, aún y cuando se presume que los millones fueron a parar a las cuentas privadas de los dos exalcaldes.
La gestión de Arturo Diez fue tan mediocre como la de Perales, igual de corrupta o más aún, con el agravante de que con él empezó el recorte de personal, despensas, apoyos sociales y todo aquello que significará asistencia social.
Salió como entró, con más pena que gloria y la ciudad capital continuó sumida en su miseria, en su abandono
Siguió en la lista Miguel González Salum; fiel a su mafia política priista encabezada por Eugenio Hernández Flores, continuo con la deuda heredada, culpando a la pasada administración del quebranto en las finanzas públicas excusando con ese argumento la ausencia de obras y servicios públicos, quejándose de que su antecesor había dejado al ayuntamiento en ruinas pero sin presentar denuncia alguna por el hecho; su trienio transcurrió igual. Gris, mediocre, sin mayores medallas que el haber pagado una parte de la deuda a costa de las obras públicas, brindando mediocres servicios municipales, generando profunda irritación social ya que en este trienio se paralizó, se colapsó toda la construcción y asistencia pública.
Su tesorero alardeaba de manejar una administración “austera “y se vanagloriaba de ello . Sólo que esa austeridad pegaba de lleno en la población marginada, en las becas, despensas, empleo, obra pública, servicios municipales y generales.
Aunado a esto, la policía, tránsito y ministerial estaba bajo el mando directo del CO y el presidente, al igual que el gobernador lo sabían perfectamente. Eran cómplices por lo que Jamás hizo o dijo nada. Guardo silencio hasta el término de su gestión.
Con todo lo vivido con Alvaro Villanueva, Arturo Diez y González Salum, a pesar de los lamentos y quejas, de los reclamos y mentadas de madre para el alcalde priista, el PRI, en ese tiempo omnipotente en la siguiente elección no batallo mucho para colocar en la silla a un tipo antipático, soberbio y prepotente; Alejandro Etienne Llanos.
El priista Etienne continuó con la misma tónica. Se cobijó igual bajo el argumento de la deuda heredada y cínicamente afirmó que primero estaba cumplir con ese compromiso que atender las demandas de la población.
O sea, primero estaba pagar un dinero que jamás disfruto el pueblo, que no fue utilizado en beneficio de la ciudad y que sin duda fue a parar a los bolsillos de quienes endeudaron al municipio y aquellos que los solaparon, antes que atender los reclamos ciudadanos
El Congreso, como siempre, dijo no saber en que fue empleado. Se escudo en que habían aprobado las cuentas públicas porque la auditoria las había pasado positivas.
Demostraron así que todos forman una mafia conformada para saquear el dinero del pueblo.
Porque es obvio que si lo sabían, pero tanto los diputados como los órganos de auditoria fueron cómplices en este brutal saqueo.
La deuda con todo e intereses se siguieron pagando a razón de 850 mil pesos mensuales, algo que decía con mucho orgullo el alcalde Alejandro Etienne, el hombre de la sonrisa sardónica quien con desparpajo advertía cínicamente que en obra pública se haría lo que se pudiera, con el presupuesto que quedara después de pagar religiosamente la deuda y cubrir los onerosos sueldos de su cabildo y gabinete, quienes estuvieron solo de adorno al no haber recursos para desarrollar su trabajo.
Obras públicas, Servicios Municipales y Generales recibían un pago por un trabajo que supuestamente deberían realizar, pero que no se efectuaba.
Las condiciones generales de la capital llegaron a estar con Etienne, aún peor que en la administración de Perales; verdaderos cráteres en todas las calles y avenidas, basura por montones en las esquinas, las colonias sin alumbrado público, la inseguridad desbordada, cero reparto de despensas y muy pocas, casi nulas, becas escolares; transporte público deplorable, en ruinas y carísimo, con propensión a aumentar su precio a capricho de la mafia transportista.
Y lo peor. De acuerdo con lo expresado por Etienne, nada mejoraría en los años venideros. Primero, aseguró, estaba pagar la deuda. Lo restante se repartiría en jugosos sueldos y las migajas las emplearon en bachear hoyancos .
Oscar Almaraz fue el siguiente y ultimo alcalde priista de la capital de Tamaulipas; Con un gobierno estatal en mano de panistas, con el PRI derrotado en casi todo Tamaulipas y un pasado obscuro y sospechoso ya que fue tesorero del hoy preso Eugenio Hernández Flores, Almaraz se despidió con la acusación de haber desviado nada menos que 1,300 millones de pesos El desvío, de acuerdo a la denuncia presentada por la Contraloría del Estado afectó al Instituto de Previsión y Seguridad Social del Estado de Tamaulipas (Ipsset), organismo que administra los fondos de los burócratas .
A pesar de esto, nada se investigó, nada pasó y Almaraz perdió su reelección a manos de quien en su momento levantó una ola de esperanza y alegría; El Dr. Xicotencatl González Uresti.
Postulado por la alianza de partidos encabezada por el PAN, El Dr. Xico, como se le conoce, ha hecho historia. Una historia tan negra, tan sucia como toda la que sus antepasados priistas dejaron.
Si la historia esta condenada a repetirse, este es un claro ejemplo; la gente salió a votar con la fe y esperanza de que el Dr Xico traería, como el mismo lo prometió, una era de progreso a la vieja y enferma ciudad capital; que remediaría el problema del agua, pavimentaría, alumbraría y gestionaría recursos para que no faltara la seguridad, los servicios públicos, la asistencia social.
La esperanza de ver algún cambio en la ciudad se volvió ira, coraje, frustración.
Con Xico, Podríamos volver a escribir exactamente lo mismo que redactamos con Alvaro Villanueva, Arturo Diez, Miguel González Salum, Alejandro Etienne, Oscar Almaraz.
El Dr. Xico a poco más de año y medio de su administración solo es uno más en la enorme lista de presidentes que no han sabido servir a su pueblo, pero si se han sabido servir de él.
Al PAN, partido por el cual llegó y que lo sigue solapando vemos que no le importan los destrozos causados por su abanderado. .
Ahora podemos asegurar que no era el PRI, sino ese podrido sistema manejado hasta hace poco la dupla PRIAN quien aún sigue protegiendo a inútiles y corruptos funcionarios.
Así es como funciona el sistema, respaldando su impunidad en un Congreso entregado, sumiso y corrupto, en una Auditoria Superior al servicio del gobernador y su camarilla y con contralorías internas títeres de los presidentes.
Quien pensaban en el 2009 que la capital no podía tener un peor presidente que Álvaro Villanueva Perales se equivocaron rotundamente. Cada sucesor superó al anterior.
Y Xico mantiene la tradición priista, con el agravante de que a 17 años de que iniciara su gestión Álvaro Villanueva Perales hoy estamos sin agua, colapsada la obra pública, con calles obscuras, llenas de hoyancos y peligrosas, con el CO matando, ejecutando y sembrando el terror impunemente; 17 años que con gobiernos honestos hubieran servido para llevar a otro nivel a la capital del estado; 17 años, una generación perdida, tirada por el caño de la corrupción y la depredación.
Sin duda alguna Xico se ha ganado a pulso un lugar en la historia de Victoria como el hombre que llego con un potencial enorme para realizar un brillante papel y terminó siendo repudiado por todos los victorenses.
Xicotencatl es, hoy por hoy, un regreso al pasado, ese pasado del cual huíamos y que emergió, reencarnó como dicen que reencarnara el anticristo, un lobo envuelto en piel de oveja.
Quedan tres importantes preguntas por responder: la primer es ¿Por qué la sociedad victorense no se ha levantado en contra del inútil presidente, exigiéndole al Congreso, a la auditoria y al mismo gobernador una auditoria a fondo para conocer en que se ha gastado el recurso en este tiempo? Muchos aseguran que la respuesta es sencilla; Ayuntamientos, Congreso, Auditores y Gobierno del Estado se tapan con la misma cobija y no permitirían que eso sucediera; lo siguen y seguirán protegiendo a pesar de que ha demostrado ser una carga en lugar de una ayuda
La oposición está tan entregada, tan debilitada, tan corrompida que es inútil esperar que surja un dirigente, un líder que abandere las demandas populares.
Se ve a las claras, que en la capital del estado faltan dirigentes de oposición, lideres que aglutinen, que amalgamen, que realmente convoquen a la sociedad para lograr un golpe de timón en este podrido gobierno. Todos están vendidos o en proceso de remate con miras al 2021.
Solo queda la sociedad civil, encontrar de entre nosotros a un ciudadano limpio, responsable, con historial de lucha y resistencia civil a la corrupción.
Se ve difícil, pero es posible. Y rezar para que no nos pase lo mismo que con Xicotencatl González Uresti.