TERCOS CON EL HORARIO
HOMERO HINOJOSA
En medio de la contingencia de salud que oprime a México y al mundo entero nos alistamos este fin de semana para retomar el horario de verano, una medida que cada año hace resurgir de nuevo diversos argumentos que cuestionan su real utilidad y beneficio.
La discusión toma especial relevancia ahora por la crisis que vivimos. Pero sobre todo destaca el desinterés absoluto del Gobierno por reconsiderar al menos esta vez suspenderlo y tratar de ser más sensible ante el desajuste en las vidas personales que experimentan millones de ciudadanos.
Enfática, la Secretaría de Energía emitió esta semana un comunicado que, en un tono muy sintonizado con los tiempos, rezaba: “Este sábado 4 de abril quédate en casa y antes de irte a dormir adelanta una hora tu reloj”.
El cambio entrará en vigor en casi todos los estados de la República Mexicana a excepción de Sonora y Quintana Roo, así como en los 33 municipios de la franja fronteriza norte.
¿Por qué ambos estados no se alinean a la disposición federal? En el caso de Sonora está relacionado con cuestiones económicas, ya que en el 2016 ese gobierno estatal acordó con Arizona la creación de una región comercial para impulsar el crecimiento bilateral. En el caso de Quintana Roo tiene que ver con impulsar la actividad turística de la zona.
Uno de los argumentos más populares que se han planteado para defender el horario de verano es que supuestamente estimula el comercio al animar a la gente a pasar más tiempo afuera. Sin embargo, en estos días de cuarentena, nos encontramos con restaurantes, plazas comerciales y demás espacios de entretenimiento casi totalmente cerrados.
Y si consideramos que las medidas de reclusión en casa se podrían extender hasta el verano, la idea de justificarlo para alentar el consumo al exterior se viene abajo.
Algunos diputados del PRD han exigido al presidente Andrés Manuel López Obrador suspender este año el cambio de horario. La legisladora Claudia Reyes Montiel advirtió que la situación actual de contingencia no es un clima favorable para aplicarlo. Explicó que ante la medidas establecidas para evitar los contagios por Coronavirus (como el distanciamiento social) el cambio de hora podría generar en los mexicanos situaciones de ansiedad y estrés.
Diversos estudios hechos en nuestro país han demostrado que el cambio de horario afecta el rendimiento físico, emocional e intelectual de las personas.
En los infantes, niños y adolescentes, dicha medida puede provocar la alteración de su ciclo de sueño. Y en las personas de avanzada edad también puede afectar su descanso, y provocar situaciones de extremo nerviosismo, ansiedad e insomnio.
Para quienes están ahora laborando en la modalidad “home office” esto se traduce en una hora menos de sueño. La gente se acostará “más tarde” y tendrá que levantarse “más temprano” para cumplir con sus obligaciones. El cansancio, fatiga y falta de energía serán evidentes.
La terquedad en aplicar el horario de berano resulta incomprensible en estos tiempos y deja en evidencia un error extremo. Más que nunca el tema prioritario ahora es la salud física, mental y emocional de todos los mexicanos, pero por lo visto nuestras autoridades no lo ven… o no lo quieren ver así.
Fuente: Expreso.press