Columnas

SERENIDAD Y PACIENCIA

Por: Guadalupe Escobedo Conde.

Lo dicho, la pandemia sacaría lo mejor o peor de nosotros mismos. Como cualquier hecho inesperado o desconocido que provoca miedo e incertidumbre, la cuarentena que nos mantiene en confinamiento la estamos sobre llevando con días bueno o malos, a veces angustiados otra veces entretenidos, crédulos e incrédulos, y entre dos frentes, el de los científicos, que dice López Obrador nos están conduciendo por el buen camino y el de los grandes consorcios de los medios de comunicación.
Desde el principio del “quédate en casa” aquí en Tamaulipas de forma insistente la doctora Gloria Molina ha convocado a la población para atender comunicados oficiales, recibir información de fuentes fidedignas y hacer caso de datos verificados, hacer a un lado las falsas noticias, las vanas recomendaciones para ahuyentar el mal y los quiméricos remedios caseros que sólo sirven para la diversión.
A nivel nacional, el doctor Gatell todas las tardes nos receta una hora de catedra sobre medicina general, epidemiología, geografía, historia, sociología y recientemente de psicología para hacernos entender el entorno que nos agobia. También es un maestro en el arte de saber comunicar, entablar diálogo con reporteros y audiencia pública para que la crisis sanitaria no nos perjudique más de lo esperado.
El altercado entre la segunda televisora más importante del país y el presidente lo analizan los economistas como un punto de quiebre en la alianza que habían pactado para este sexenio; a través de la banca de Salinas Pliego se dan los apoyos sociales, con este mismo acuerdo que se bajan las becas en el sistema escolar, y todo iba viento en popa hasta que se le pide cerrar sus tiendas y sucursales bancarias para mandar a su casa, por la pandemia, a los empleados gozando de sus sueldos.
El enojo del empresario encontró salida en sus mensajeros de televisión abierta Javier Alatorre y Hannia Novel, que pronto llamaron a la nación para hacer caso omiso de las recomendaciones médicas de Gatell. La afición en las redes sociales se hizo cargo de los comunicadores, antes de que gobernación les mandará un apercibimiento por intentar, sin conseguir, mover la brújula de la república en medio de esta contingencia. Y antes de que el galeno diera cachetada con guante blanco al comunicador, quien sereno como Káliman, desde su escenario nos calmará los ánimos. Es el miedo dijo, pero “es más importante mantener la serenidad”.
Y es que mientras Gatell esta dale y dale con el “quédate en casa” y cuida a tu familia, en el otro frente, en el empresarial están pensando en el dinero, cada minuto que pasa con la cortina abajo, el negocio pierde. Mientras unos ven por la salud pública, los otros ven por sus intereses y capital.
Pero, como lo señala El País, López Obrador y Salinas Pliego coinciden en un punto, ambos trabajan para los pobres, el primero por votos, el segundo por los abonos chiquitos. Así que mientras nos confunden, ellos se siguen llamando amigos, se sentarán a negociar de nuevo y vencerá el poder político, el económico esperará las bajas, aunque rencoroso guardará la afrenta. Sin embargo, ante el capitalismo y la política quien más pierde son sus votantes y clientes.
Expresó

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