Opinión con sentido

Economía para todos | La odisea petrolera.


Luis Manuel R.vela.


A principios del mes pasado hubo una caída estrepitosa en los precios del barril de petróleo a nivel internacional, derivando en un vaivén de reacciones tanto internacionales como nacionales.
Aunado a la contingencia sanitaria, las caídas de las bolsas de valores en el mundo y la baja de precios en las materias primas, el 9 de marzo amanecimos con la noticia de que los precios del barril de petróleo habían caído alrededor de 30 por ciento, esto a consecuencia de inconformidades entre la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) liderada por Arabia Saudita y países no miembros de dicha organización, como lo es Rusia. Paradójicamente, Arabia Saudita era uno de los partidarios de la reducción de la producción petrolera para aumentar los precios internacionales del crudo, que, desde inicios de año, ya habían caído alrededor de 20 por ciento y que apuntalaba a seguir disminuyendo por la propagación del Covid-19.
Asimismo, Rusia estaba en desacuerdo de una posible disminución de la producción, mientras que Arabia Saudita (la cual tenía una producción de casi 10 millones de barriles diarios) al notar el desacuerdo de Rusia para disminuir la oferta petrolera, optó por incrementar su producción paulatinamente hasta los 12 millones de barriles diarios más descuentos en la compra de su crudo para los mercados europeos y asiáticos.
De tal manera que esta discrepancia entre los miembros de la OPEP y aliados tuvo en jaque al mercado internacional durante un mes, hasta que, en días recientes, se reunieron para evaluar la postura de cada uno de los países productores en cuanto a su «aportación» en la reducción de la producción petrolera internacional para estabilizar los precios del crudo, la cual sería de alrededor de una quinta parte de la producción total.
No obstante, en este tipo de reuniones no es común que México sea protagonista y muestre de qué hablar. Pero en esta reunión, que se llevó a cabo el jueves pasado, mantuvo una postura en contra de la petición del resto de miembros de la OPEP y aliados, la cual se denomina OPEP+. Lo cual encendió alarmas e hizo que entrara al quite un participante muy habitual: Estados Unidos.
Posteriormente en la “mañanera” del día siguiente, el presidente Andrés Manuel López Obrador expresó que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se comprometió a adjudicarse el recorte que le exigía la OPEP+ a México, dejando entrever la obsesión de mantener la producción petrolera mexicana intacta. Asimismo, surgieron dudas porque esta postura resulta contraproducente debido al colapso histórico de los precios, lo cual también perjudica en las finanzas públicas del país.
De tal manera que, para el domingo pasado, se llegó a un histórico acuerdo entre los principales productores de petróleo, el cual constará de una reducción de 9.7 millones de barriles, entre los cuales México será partícipe con 100 mil barriles diarios.
Por su parte, a pesar de llegar a un acuerdo, habrá que estar al tanto de cómo sigue la propagación e impacto del Covid-19, el cual es el principal factor de que los precios internacionales del petróleo hayan caído drásticamente al haber menos economías que lo necesiten para producir o movilizarse. A su vez, esperemos que esta unión de países petroleros logre el objetivo final, para que se puedan obtener buenos rendimientos de un precio estable principalmente para nuestro país, el cual es fuertemente dependiente de él.
El Sol de Tampico.

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