Análisis

¿DÓNDE JUGARAN LAS NIÑAS?

Guadalupe Escobedo Conde.

Ni del niño, ni de la niña, la
celebración va ahora por
la infancia y en medio de
la pandemia es una efeméride
sin fiestas escolares ni festivales
propagandísticos, a la niñez le toca
hoy conmemorar en familia.
Hoy es un buen día para hincarse,
no para la adoración de alguna imagen eclesiástica, sino para colocarnos
al mismo nivel de los niños de la casa,
mirarles a los ojos, para escucharles,
así, con la mirada atenta, como son
ellos, con los oídos bien abiertos y sin
intervenciones, dejemos que hablen,
sin regaños, sin insultos, ni instrucciones. Estamos en tiempos muy difíciles
para todos, sin embargo, en la familia
poco se atiende al menor, la educación tradicional nos ha inculcado
que están ahí para obedecer, hacer
mandados, ir y venir de la escuela sin
mucha participación en el primer núcleo social. Pero es urgente darles voz
y voto en su propio desarrollo como
individuos del presente.
También es una oportunidad de
introspección, volvamos a ser niñas,
reencontrémonos con nosotras
mismas en la infancia, porque todos
fuimos infantes alguna vez, solo que
en las prisas del crecimiento fuimos
dejando de lado las cosas de interés
propio, de repente las obligaciones de
ser mujer, sentarnos bien, darnos “a
desear”, saber barrer, hacer de comer
y hacer familia, al tiempo de desarrollarnos profesionalmente para no
depender de ningún hombre. Además
hacer frente a las responsabilidades
del hogar materno que nunca se deja.
Y al paso del tiempo, aprender
a perdonar una y otra vez, tantas
ofensas por haber nacido niña. Las
violaciones, acoso, agresiones físicas,
sexuales, económicas y emocionales
nos endurecen tanto el alma de niñas,
que cuando llegamos a ser adultas
traemos cargando un baúl lleno de
experiencias dolorosas que definen
nuestra vida. Hoy dejemos a un lado
las ventanas digitales y mirémonos
al espejo, escudriñemos en nuestra
mirada infantil, aceptemos errores
y omisiones para aligerar la carga y
revalorarnos.
Vivimos otros tiempos, el activismo feminista, hoy como nunca ha
forzado más cambios importantes
en naciones y sociedades, el empoderamiento de la mujer como ser en
igualdad dará mejores condiciones
de vida a muchas niñas. Pero falta un
largo camino por recorrer.

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