Columnas

Día 17: historias chinas

Carlos Puig. Columna.

Ayer, el gobierno chino levantó la cuarentena en Wuhan, donde surgió el nuevo Coronavirus. 

The Washington Post publicó el fin de semana un largo reportaje después de entrevistar a funcionarios de la administración Trump, expertos en salud pública, funcionarios de inteligencia y otros involucrados en la lucha contra la pandemia que retrata las fallas en la respuesta estadunidense. En el texto se revelan algunos de los momentos en que el gobierno chino pudo haber hecho más para evitar la catástrofe en la que estamos.  

La administración Trump recibió su primera notificación formal del brote en China el 3 de enero. El 6 de enero, tres días después de haber recibido una llamada de su contraparte china, el director del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EU, Robert Redfield, envió una carta al gobierno ofreciendo ayuda, incluyendo un equipo de científicos del CDC. China rechazó la oferta durante semanas, privando a las autoridades estadunidenses y del mundo de obtener una muestra del virus, crítica para desarrollar pruebas diagnósticas y una vacuna. 

El 14 de enero, cuando la situación en Wuhan ya era complicada, las autoridades chinas informaron que no habían visto «ninguna evidencia clara de transmisión de persona a persona», con todo y que el 13 de enero Tailandia había reportado su primer caso, una mujer china que no había visitado el mercado de Wuhan. En esos días arrestaron a doctores que intentaron contactar al exterior para alertar de la gravedad del asunto. 

El 21 de enero se confirmó el primer caso en Estados Unidos; el 23 de enero el gobierno chino cerró Wuhan. Aún en esos días, las autoridades chinas se negaban a compartir las muestras virales que habían recogido y estaban utilizando para desarrollar sus propias pruebas.  

Un funcionario del Departamento de Salud llamó a un laboratorio de biocontención de la Universidad de Texas en Galveston que tenía un convenio de investigación con el Instituto Wuhan de Virología, esperando que, sin la intermediación del gobierno, se pudiera lograr el acuerdo. Al principio, el laboratorio de Wuhan estuvo de acuerdo, pero funcionarios de Pekín intervinieron el 24 de enero y bloquearon cualquier transferencia de laboratorio a laboratorio. 

Días cruciales que se perdieron. 

Para cuando se escriba la historia completa de esta catástrofe. 

Fuente: Milenio.

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