Día 15: AMLO y el peso del pasado
CARLOS PUIG
En algún momento de su informe de ayer, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que no se volvería al pasado. El Presidente se refería a ese pasado reciente que es su adversario cotidiano, su rival en cada discurso, mañanera o informe. Eso ha hecho desde las acciones de gobierno, todo lo que huela a pasado ha sido cambiado de nombre, de función, ha sido cerrado o mudado… Nada que huela a las últimas décadas. La reforma educativa es siempre la “mal llamada”, la energética fue un “rotundo fracaso”, contra la absurda guerra de Calderón abrazos, que si se hizo una (mini) reforma fiscal, nada de eso ahora, que si se aumentó el IVA (un puntito), nunca más, que si se endeudaron en exceso, ni un peso más de deuda, las guarderías adiós, los refugios para mujeres, también, porque son del pasado…Y así. Nadie duda de que ese pasado fue brutal con buena parte del país: enorme corrupción, enorme desigualdad, falta de crecimiento… Y los votantes del país saldaron esa cuenta en julio de 2018 dándole el triunfo contundente a quien desde hace años viene señalando estas tres cosas con tenacidad inusitada. Ese “pasado” quedó derrotado, como lo demuestra la situación de los otros partidos políticos o los empresarios comprando billetes de lotería. Si hoy, medio que a veces parece que existen, es sobre todo por su presencia en el discurso presidencial, más que algo que tenga que ver con ellos. Un buen ejemplo de esto es Felipe Calderón que por razones para mi inexplicables sigue existiendo como figura política en el 2020. Frente a esta crisis, el peso de ese pasado en el Presidente ha quedado más que claro y así lo dijo ayer “Ya rompimos el molde que se usaba para aplicar las llamadas medidas contracíclicas que solo profundizaban más la desigualdad y propiciaban la corrupción en beneficio de unos cuantos”. Hemos escuchado, por ejemplo, innumerables veces la palabra Fobaproa en estos días, un programa de hace 30 años para hablar de una crisis que tiene muy poco que ver con ésta. Muchas acciones de los gobiernos de ese pasado robaron el futuro a muchísimos mexicanos. En esta coyuntura, la fijación del Presidente con ese mismo pasado y por lo tanto sus acciones podría poner, otra vez, en riesgo el futuro.
@puigcarlos