cafés…una ruta ya extinta
Con singular alegría en esta cuarentena, entre otras cosas, hemos evocado a nuestra lejana niñez en donde éramos inmensamente felices disfrutando las delicias de la gastronomía local a la que nos llevaban nuestros padres.
Recordemos que hace 30, 40 o 50 años no existían estos restaurantes o locales como los de antaño.
Entre las taquerías, restaurantes o cafés más asiduas por los maderenses vienen a nuestra memoria las famosas tehuanas, recordar a esas señoras tan características de estos taquitos deliciosos que, más que los tacos, su toque especial y particular manera de preparar la deliciosa salsita que olía exquisito y con la que bañaban el plato. Un sabor delicado que, para ser sincera, quisiéramos volver a probar. Todavía recuerdo que la última vez que los degustamos fue en la calle Sarabia, atrás de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús.
Otra de las taquerías más recordadas que, sin duda, ustedes van a añorar, es la de “Me ves y sufres»; sí, esos deliciosos taquitos de tortilla delgada, sumergidos en manteca de puerco que al escuchar el chillido de la tortilla cuando era introducida en aquel gran comal, concebía ¡que se nos hiciera agua la boca! Acompañados de un delicioso “machito” y las papitas fritas. Obvio que también preparaban sopes y tostadas, pero lo delicioso era esa salsita tipo valentina, sin dejar a un lado la salsa roja de tomate y la verde picosita. Ubicados originalmente en la calle Niños Héroes, una cuadra atrás del mercado.PUBLICIDAD
Otra delicia en tacos de mucha tradición son los tacos de Doña Lucha, ubicados allá en la colonia Tinaco. Instalados desde hace muchos años en la Galeana, en aquel puesto de madera de dos aguas a orilla de la banqueta, pero, bueno, ¿por qué son tan socorridas estas delicias? Indiscutiblemente por su delicioso sabor de la tortilla hecha por sus propias creadoras, ahora atendido por sus nietos e instalado en la plaza y sus alrededores. Indiscutiblemente, el toque distintivo de estos tacos es la salsita que preparan con los ingredientes secretos desde su inicio. Quien los prueba una vez, se embelesa en ese sabor tan especial.
Y si hablamos de tradición no podemos omitir al famoso Café y Restaurant “Kikus”, que estaba instalado en la avenida Álvaro Obregón, enfrente del también ya desaparecido cine Madero. De ahí recuerdo las deliciosas milanesas que preparaban con su ensalada, papas y frijolitos. Mi padre don Eduardo Infante Álvarez era asiduo a comprar y llevarlas para comer en la casa. ¡Qué delicia! Pero ¿qué tal los bísquets y las conchas? También recuerdo que a las afueras del restaurant estaba el único sitio de taxis que era usado en su mayoría por los petroleros que iban a la refinería, sobre todo los del turno de noche que entraban a las 11:00 pm, ya que el trasporte público era escaso a esa hora.
Otra de las leyendas gastronómicas es “La Famosa”, atendida por sus propietarios de origen chino, ubicada también en la Obregón, enfrente de la plaza Isauro Alfaro. Su mobiliario era muy clásico de los años 60. Los pisos de pasta verde muy garigoleados y su enorme mostrador de madera donde al final tenías una enorme caja registradora, para ser sincera, de niña creía que era de oro, porque brillaba mucho y tenía ese sonido tan característico cuando aplanaban las grandes teclas con los números. La Famosa es referente de la historia de Ciudad Madero.
Y la última que voy a mencionar, por el momento, es la “Lonchería Madero”, que está ubicada sobre la calle Primero de Mayo, un negocio que hasta la fecha sigue trabajando igual que desde hace muchos años con sus características tortas de ternera, los deliciosos bísquets, sin faltar el aromático café. Ahora ya tiene un menú más amplio que se puede disfrutar tanto en la mañana como en la noche, en verdad muy rico todo lo que ahí preparan.
Podemos seguir nombrando más y más taquerías, cafeterías o restaurantes en este recorrido gastronómico que ampliaremos en otro destello Desde El Faro.
El Sol de Tampico.
