Daños colaterales.
ALEJANDRO GOVEA TORRES.
Los empleados de la Comisión Estatal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Coepris) están padeciendo los daños colaterales del plan de rescate económico que presentó el presidente Andrés Manuel López Obrador el domingo pasado, puesto que como medidas preventivas les han ordenado cerrar algunos negocios considerados no vitales para evitar la propagación del coronavirus y lógicamente algunos pequeños y medianos empresarios se han negado acatar este ordenamiento porque no reciben ninguna ayuda financiera del gobierno estatal ni muchos menos del gobierno federal.
Comprenden la gravedad de la situación que hay ante vertiginoso avance del coronavirus en la entidad, pero también tienen razón cuando argumentan que sí cierren sus negocios temporalmente, como se les ha ordenado, no sólo tendrán pérdidas económicas, sino también podrían despedir a sus pocos empleados.
Aunque en la mayoría de los casos, los empleados de la Coepris sólo han recibido ofensas y algunos empujones, no se descarta la posibilidad de que sufran agresiones más fuertes luego de que varios empresarios se han mostrado sumamente molestos por la falta de apoyos financieros.
También varias enfermeras se han quejado de discriminación en algunos centros comerciales, ya que los guardias les han impedido el acceso, incluso hasta algunos clientes se alejan cuando las ven acercarse con el uniforme puesto ante el temor de ser contagiados por el coronavirus.
A propósito, la doctora Gloria Molina Gamboa, titular de la Secretaría de Salud en Tamaulipas (SST), revelo que se han elaborado pronósticos acerca de la expansión del coronavirus en la entidad.
El escenario más pesimista estima que habrá más de 35 mil 715 casos y más de mil 500 defunciones sí la población sigue ignorando las recomendaciones de protección que han difundido las autoridades. En este escenario, más de 5 mil personas contagiadas requerirán ser hospitalizadas, por lo que se requerirán más ventiladores en clínicas y hospitales.
En el escenario optimista, dijo que se tendrían 10 mil 392 personas contagiadas por coronavirus y 394 fallecidas, por lo que reiteró su llamado de quedarse en casa, mantener su sana distancia, no saludar de mano ni mucho menos de beso, además de lavarse las manos continuamente, entre otras medidas de seguridad epidemiológicas.
De regreso con los daños colaterales del plan de rescate económico de López Obrador, resulta que integrantes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), que preside Carlos Salazar Lomelín anunció ayer que ante la negativa del presidente López Obrador de tomar en cuenta las propuestas que le entregaron directamente la semana pasada en Palacio Nacional, convocan a los sectores productivos y organizaciones gremiales a unir esfuerzos y capacidades para evitar la debacle de la economía a causa del coronavirus en el país.
La propuesta del CCE, ahora conocida como el «Plan B», era un plan de acción de 90 días que no quiso tomar en cuenta el político tabasqueño, cuyo principal propósito era proteger el empleo, los salarios y los ingresos de las familias ante la crítica situación que hay por el avance del coronavirus.
Como hace 60 años, los dirigentes empresariales se unen ante la incapacidad del gobierno federal para enfrentar la crisis sanitaria y el inminente deterioro de la economía mexicana, ya que en lugar de otorgar incentivos fiscales como en otros países, sacar un plan de rescate económico que será ejemplo ante el fin del neoliberalismo, según López Obrador.
Los dirigentes empresariales más aguerridos, además de Salazar Lomelí, han sido Gustavo de Hoyos Walther, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Enoch Castellanos Férez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacitra) y José Manuel López Campos, presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco/Servitur).
Y para tratar de frenar a los aguerridos dirigentes empresariales, López Obrador está invitando a importantes hombres de negocios del país, aquellos que ha criticado tanto y que hasta les ha llamado corruptos e insaciables, como es el caso de Carlos Slim Helú, Alberto Bailléres González y Germán Larrea Mota Velasco, integrantes del Grupo México.
No debemos olvidar que el Grupo México ha cometido varios ecocidios, entre los que se encuentran la contaminación de los ríos Bacanuchi y Sonora, en Sonora, además del derrame de ácido sulfúricos en el Mar de Cortés, entre otros delitos que nunca han sido castigados conforme a la ley.
Aunque López Obrador dice que los importantes hombres de negocios apoyan en forma decidida su plan de rescate económico sin nada a cambio, no hay duda de que el respaldo no será gratuito, por lo que no se descarta la posibilidad de que otorgue algunas condonaciones o más concesiones a favor de los integrantes del Grupo México.
Fuente: el mañana de Reynosa.