Columnas

Acontecer político | Nada está escrito.


Raul Pazos Dávila.
Mientras que la ciudadanía es presa del miedo y enfrenta la crisis del coronavirus aislándose en el mayor grado posible, la política parece ser más importante para algunos de sus actores que insisten en socavar al gobierno de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR con claras intenciones de que no termine su mandato.
Organismos empresariales ligados a la derecha, han llamado a no pagar impuestos y varios gobernadores amenazan con retirarse del pacto federal tributario, convocatorias que evidentemente tienen fondo político y la intención de dañar las finanzas federales.
El expresidente FELIPE CALDERÓN persiste en su actitud beligerante y ahora pide que el año próximo se vote por la revocación del mandato presidencial, aprovechando la figura que fue establecida para ese fin, aunque su voz carece realmente de la fuerza para hacer llamamientos en ese sentido.
También los voceros de la resistencia propalan versiones sobre la supuesta incompetencia del DR. HUGO LÓPEZ GATTEL, que encabeza el programa para la prevención y combate a la pandemia, critican el arreglo que México tuvo con la OPEP para reducir la producción de petróleo y auguran un negro panorama para el país cercano a la catástrofe.
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Es claro que, como lo dijimos en colaboración anterior, a los opositores del presidente de la república, el coronavirus y las graves consecuencias económicas que su propagación conlleva, representan un “ahora o nunca” en su propósito de frenar la llamada cuarta transformación.
Y claro que se alientan los mensajes críticos en las redes sociales para construir la sensación de que México está próximo al abismo, al tiempo que conocidas plumas privilegiadas durante los gobiernos priístas y panistas atizan el fuego con la esperanza de que vuelvan los tiempos en que se les llenaban los bolsillos a cambio zalamería a la figura presidencial.
Pero pese a todo, nada puede darse por hecho y hasta ahora parece que el gobierno federal está administrando la situación estableciendo alianzas con importantes sectores económicos que se han sumado a la estrategia oficial en materia económica.
En un país como el nuestro donde la corrupción fue el común denominador de los gobiernos tanto a nivel federal como estatales, resulta entendible que quienes vieron cancelada la vía de enriquecimiento rápido ahora traten de volver a toda costa a los viejos tiempos.
Es predecible que los jaloneos políticos se mantengan y aumenten de intensidad en los próximos meses, pero será el tiempo y los hechos concretos los que pongan a cada quien en su lugar. Por lo pronto, el encono se expande con mayor rapidez que el Covid-19. Habrá que estar pendientes, porque, insistimos, nada está escrito en esta pugna. ¿Tumbarán a ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR o este saldrá fortalecido de la crisis? Esa es la incógnita.
Por cierto que los partidos políticos siguen guardando silencio respecto a una posible reducción de sus subsidios en un 50 por ciento, pues saben que sin el dinero de los contribuyentes quedan en el desamparo, pues no cuentan con militancias convencidas que aporten cuotas de manera voluntaria. En el caso del PRI, del PRD o del Partido verde, no podrían pagar ni la renta de sus locales o el servicio telefónico, menos para hacer campañas.
Pero también, a la luz de la crisis económica, sería bueno replantear el caso de los diputados y senadores plurinominales que llegaron a los cargos sin haber sido votados y sin mayor compromiso con la ciudadanía. Allí podría haber un ahorro considerable para el presupuesto público, aunque lo más seguro es que defenderán el hueso con todo lo que esté a su alcance.
Por su parte, los mexicanos están mostrando gran entereza dentro de la emergencia, sujetándose a las recomendaciones de las autoridades sanitarias y se calcula que un setenta por ciento de la población está en resguarda en sus casas, mientras que las actividades esenciales continúan.
Las autoridades médicas de Tamaulipas decretaron el uso obligatorio de cubrebocas para las personas que por una u otra razón tienen que salir a la calle, aunque no se ha dicho si habrá una distribución gratuita o cada quien tendrá que comprarlos por su cuenta.
En la zona conurbada un alto número de establecimientos comerciales continúan cerrados y no se vislumbra una fecha probable para que reabran sus puertas al público. Tampoco se sabe si todos están pagando sus sueldos a los empleados y o simplemente los mandaron a sus casas sin compromiso salarial.
En el caso de los restaurantes, los principales ingresos del personal provenían de las propinas que dejaban los comensales, por lo que la aflicción económica para ellos es verdaderamente dramática, igual que para muchos otros trabajadores del ramo de servicios.
Según informes oficiales, lo peor de la pandemia está por venir, por lo que de ninguna manera se debe bajar la guardia, principalmente entre las personas de la tercera edad o de quienes padecen enfermedades crónicas como la diabetes. “Quédate en Casa” sigue siendo la premisa.
El Sol de Tampico.

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