Columnas

LA GUARDIA QUE NO HACE GUARDIA

FRANCISCO CUÉLLAR CARDONA

“La Guardia Nacional ha cumplido un año en la calle, y su papel más relevante es el haber atacado a los migrantes. De los 70 mil que fueron destacamentados en el país, por lo menos 15 mil están haciendo tareas de vigilancia en la frontera sur para evitar que los migrantes centroamericanos ingresen al país”

El 28 de febrero del 2020, la Guardia Nacional, la policía de la Cuarta Transformación para combatir al narco, cumplió un año de haber entrado en operaciones. El resultado de su trabajo en doce meses, no se ve, ni se siente. La violencia en todo el territorio nacional sigue galopando fuera de control, pero aun así, el Presidente López Obrador ha vuelto hacer el compromiso, que en diciembre del 2020, gracias a la GN, el país estará pacificado y los delincuentes sometidos.
Quienes están adentro de la institución policiaca-militar, los de abajo y los altos mandos, tienen una visión y una opinión diferente a la que dice el presidente y el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo. Entre la tropa de la GN, existe un desencanto. De los más de 70 mil elementos que han sido repartidos por todo el país, el 99 por ciento no está de acuerdo con la estrategia de seguridad implementada por la 4T. 
La indicación que tienen frente a la delincuencia, dicho por ellos es: «dejen pasar todo». «Vigilen de lejos y no le entren a nada…solo si se trata de un topón».
Hay malestar y una gran preocupación en las filas de la Guardia Nacional, y ellos mismos aseguran que la de ola de violencia y los enfrentamientos entre grupos de crimen, no solo se va a mantener, sino que se va a recrudecer en los próximos meses. En este gobierno, afirman, no hay interés, ni voluntad para combatir a las bandas delictivas.
La Guardia Nacional ha cumplido un año en la calle, y su papel más relevante es el haber atacado a los migrantes. De los 70 mil que fueron destacamentados en el país, por lo menos 15 mil están haciendo tareas de vigilancia en la frontera sur para evitar que los migrantes centroamericanos ingresen al país. El verdadero muro de Trump para frenar la migración hacia los Estados Unidos, lo es la Guardia Nacional, y eso es lo que tiene muy molestos a los mandos militares que hoy operan y coordinan las acciones de la agrupación.
Los números de la Guardia Nacional sobre la violencia en los últimos doces meses, les provoca vértigo y frustración: 44 mil 500 homicidios violentos; es decir, 120 asesinatos al día. Mil 323 personas secuestradas: 49 por ciento más, comparado con el 2018; 110 mil negocios robados y 81 mil casas habitación, visitadas por los ladrones, 33 por ciento más en relación al 2018; 980 feminicidios, además de la percepción de la inseguridad que se disparó entre la población. 
«Las estadísticas nos exhiben como una corporación policiaca que ha fracasado en su objetivo de bajar la incidencia delictiva; esto nos frustra, pero nuestro gobierno tiene otros datos y está aferrado a una estrategia que no funciona», confiesan los mandos de la GN.
Desde que Felipe Calderón sacó de los cuarteles al ejército para combatir al narco, violando con ello, la ley, existe un profundo enojo en los jefes militares del país, malestar que se ha prolongado hasta este sexenio, pero que está a punto de reventar, y ya no lo pueden contener. 
Esto es una bomba de tiempo que le va a estallar al gobierno de la 4T de un momento a otro. La crisis al interior de la SEDENA y la Guardia Nacional es tal, dicen que la rebelión le va a reventar al secretario Alfonso Durazo. 
El paro de las mujeres de este domingo y lunes, le puede seguir la protesta de los militares que forman la Guardia Nacional. Es cuestión de días, dicen.

FUENTE: EXPRESO.PRESS

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