OMAR REYES
@Omar_Reyes
omarereyes@gmail.com
Los movimientos feministas, en cualquiera de las concepciones de este término, siempre han estallado por la necesitad de garantizar el goce pleno de sus derechos.
Hace décadas fue por el derecho a estudiar, otras veces ha sido por su derecho a participar en la vida democrática de un país y poder votar, y ahora, por el derecho y la urgencia de sentirse seguras.
La lucha por la igualdad y la equidad ha sido interminable y cada vez se avanza con pasos más firmes para lograrla.
No debiera sorprendernos pues que en esta ocasión las mujeres luchan por sentirse seguras y respetadas, en cualquier momento, en cualquier lugar y bajo cualquier circunstancia, al contrario, debería parecernos que esa lucha había tardado en llegar, pero ya está aquí.
Gracias a la interconexión digital a través de las redes sociales, los movimientos de mujeres activistas tienen más eco y con mayor rapidéz se esparcen y replican.
Es por ello que hoy cada día nos enteramos que en una nueva ciudad se manifiesta, en otra escuela denuncian acosos, en más centros de trabajo se exhiben abusos, y esto seguirá hasta que no haya un cambio de conciencias.
Celebro que más mujeres, estudiantes, profesionistas, amas de casa, madres de familia y en cualquiera que sea su rol, se sobrepongan al miedo y alcen la voz.
Universitarias cansadas del asedio, estudiantes del nivel medio superior repudiando el acoso, ó trabajadoras denunciando el abuso, no es novedad ni una sorpresa, es al contrario, una verdad callada que por años se trató de minimizar y de ocultar.
Por cierto, el movimiento #UnDíaSinMujeres tiene por objeto que todos en todas partes suframos por la inactividad de ellas, no se trata de prepararnos para que un día no estén presentes.
Es ridículo que se les “autorice” no ir a trabajar, que se les “permita” participar en marchas, que se “resuelva” con sólo hombres trabajadores, el objetivo se distorsionó.
Ojalá alcancemos pronto un nivel de entendimiento, respeto, igualdad y seguridad para todas y todos.
QUE CURIOSO
El 2020 se irá rápido y más de uno anda haciendo amigos por todas partes y tratando de sumar simpatías, en Altamira es el caso del ex diputado local CIRO HERNÁNDEZ ARTEAGA y del actual diputado local MIGUEL GÓMEZ ORTA.
Se andan paseando por todo el municipio haciendo como que nacieron para servir tratando de encubrir sus verdaderos intereses.
CIRO anda patrocinando reunioncitas por las colonias en casas de amigas lideresas, y lo mismo regala sillas de ruedas, que despensas ó medicamentos.
Se le ve más activo ahora pegando calcas en donde se dejen, que en los 3 años como legislador, donde por cierto dejó al menos 15 iniciativas en calidad de “En estudio” en el Congreso, y no se crea que porque anduvo muy aplicado, fue porque en las iniciativas de la bancada panista agregaban su nombre en los documentos.
Por cierto, en redes sociales un día sí o otro también critica el trabajo de la Comapa, como si en algún momento, desde la trinchera que estuviera, hubiera abonado a la mejor operación del organismo de agua.
MIGUEL por otro lado anda tratando de hacer lo que nunca pudo cuando fue representante del Gobierno de Tamaulipas en la zona sur, ganar simpatías.
Seguido aparece en redes sociales presumiendo visitas a changarritos, chocándolas con ostreros ó friendo totopos, portando su chaleco de diputado, según él sigue escuchando las necesidades de la gente, pero con poca capacidad de resolución de problemas.
El 2021 y sus elecciones están muy cerca y de los dos el PAN no puede hacer uno.
Es triste que hay políticos que creen que no hay mala publicidad, pero se equivocan, y lo peor es que ellos solos se exhiben.
Fuente: Expreso.press
