Columnas

EL VIRUS DESTRUYE LAS FINANZAS

HÉCTOR GARCÉS

Es el análisis de un desastre: el Covid-19 no solo evidenciará las deficiencias del sistema de salud mexicano, sino que resquebrajará las finanzas del país.
En otras palabras, el presupuesto confeccionado por el Ejecutivo y aprobado por la Cámara de Diputados para 2020 prácticamente será botado a la basura ante la crisis que ya inició y que se agravará en los meses por venir.

Viridiana Ríos, doctora en Gobierno por la Universidad de Harvard e investigadora del Centro Woodrow Wilson, vaticina que México dejará de captar aproximadamente 400 mil millones de pesos por los efectos del coronavirus en la economía.

Entrevistada en el programa La Hora de Opinar, conducido por el politólogo Leo Zuckermann, la académica señaló que tres variables sufrirán un severo y duro impacto: el crecimiento económico, el tipo de cambio y el precio del petróleo (algo que ya estamos viendo).

De acuerdo con las estimaciones del gobierno de la Cuarta Transformación, el Producto Interno Bruto (PIB) iba a crecer un 2 por ciento en este año. Ese era el pronóstico.

Sin embargo, la estimación del gobierno federal quedó hecho añicos con las primeras consecuencias económicas del virus global.

Según especialistas y empresas consultoras, entre ellas Credit Suisse, el PIB de México decrecerá -4 por ciento. Incluso, Bank of America es todavía más pesimista: considera que la economía mexicana se desplomará un -4.5 por ciento en 2020.

Al toparse con un decrecimiento por culpa de la pandemia, el país tendría una pérdida de 200 mil millones de pesos en la recaudación de impuestos.

Así es: ante la crisis que sufrirán las empresas (el sector turismo y la industria automotriz caerán de forma estrepitosa), el gobierno registrará una sensible baja en el cobro del Impuesto Sobre la Renta (ISR) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA).

Otra variable enumerada por Viridiana Ríos es el precio del barril de petróleo en el mercado internacional. Si bien ayer se recuperó ligeramente y se ubicó en 17.70 dólares, como quiera es una cotización que no se había visto en casi 20 años. Esto será un dolor de cabeza para el país.

De estirpe nacionalista, el gobierno lopezobradorista tiene como uno de sus ejes centrales el rescate de Pemex y su proyecto insignia es la construcción de la refinería de Dos Bocas, en Tabasco.

No obstante, la sacudida generada por el Covid-19 en la economía global y, en particular, el estallido de una guerra entre los líderes de producción petrolera coloca a México en una situación en la que resulta inviable reactivar a Petróleos Mexicanos.

Con la caída del precio del petróleo, pese a que el gobierno cuenta con coberturas financieras que podrían asegurar la captación de una parte de los ingresos programados, Viridiana Ríos vaticina que la pérdida ascendería a 100 mil millones de pesos.

Algo similar ocurrirá con el tipo de cambio: la devaluación de casi 30 por ciento que ya registra el peso frente al dólar tiene una repercusión directa en el incremento -en pesos- de las deudas contraídas en dólares con diferentes organismos internacionales.

Esto representará el costo de otros 100 mil millones de pesos, que deberán ser tomados de alguna otro rubro del presupuesto de 2020 o de lo que denominan superávit primario.

En suma, México sufrirá la pérdida -ya sea por una drástica caída de ingresos o por incremento del costo de su deuda en dólares- de aproximadamente 400 mil millones de pesos… por lo menos. Es decir, la cifra se podría incrementar si las cosas empeoran.

Una decisión inteligente sería que el gobierno de la 4T se olvidara de sus proyectos inviables: la Refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y el Aeropuerto de Santa Lucía.

Eso sería lo lógico, lo que dicta el sentido común, pero… eso no va a suceder porque la gestión lopezobradorista está obstinada en su ‘proyecto de nación’, un proyecto que ya fue rebasado por la amarga realidad global.

Las opiniones de Viridiana Ríos, experta en políticas públicas, deberían ser tomadas en cuenta por un gobierno que escuchara. Sin embargo, el señor de Palacio Nacional no quiere escuchar a los especialistas. De hecho, los desprecia. Craso error.

FUENTE: Expreso.press

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