HÉCTOR GARCÉS
Wall Street, símbolo y máximo exponente del megacapitalismo contemporáneo, sufrió ayer una estrepitosa e histórica caída de 10 por ciento en sus operaciones financieras. El culpable: el coronavirus.
Fue una sacudida económica que no se observaba desde hace casi 33 años, cuando el ‘lunes negro’ de octubre de 1987 aniquiló el incipiente mercado bursátil global.
El desplome financiero, por supuesto, impactó de manera directa en el índice de precios y cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores: en su tercer día de pérdidas, cayó 5.8 por ciento.
Lo peor para la economía mexicana fue el incremento del dólar: rondó, desde temprana hora, los 23 pesos. Una intervención del Banco de México entró al quite y, más o menos, tranquilizó las tormentosas aguas del mercado cambiario: el siempre anhelado billete verde cerró en 22 pesos y 26 centavos.
Los síntomas son evidentes, las señales notorias: esto no va a ser una recesión, esto se encamina hacia una crisis económica aguda, severa, producto de la parálisis que ya padece la economía mundial, hiperconectada en sus cadenas productivas, por culpa de un virus que se propaga de manera exponencial.
Lo que menos quería que sucediera el gobierno de la pretendida Cuarta Transformación va a suceder en 2020: la economía mexicana no va a crecer. Es más, su Producto Interno Bruto (PIB) registrará una caída en este año.
Eso ya lo saben en Palacio Nacional, aunque traten de disimular que las cosas van bien y que las finanzas (las reservas, pues) resistirán la parálisis de la economía global. La realidad es otra: lo peor está por venir.
Si Estados Unidos, principal socio comercial de México, ya tomó la decisión de suspender actividades masivas (eventos deportivos, musicales, teatrales), la economía gringa se estancará y, de forma inevitable, eso tendrá una repercusión directa en la economía mexicana.
Un ejemplo: el turismo. La actividad turística, pese a que el gobierno de la 4T no lo quiera reconocer, es uno de los motores de la economía nacional. El turismo va a sufrir en serio con el coronavirus. Los gringos y los europeos viajarán menos y, por tanto, se alejarán -por un rato- de las playas, los sitios arqueológicos y los lugares turísticos mexicanos.
Habrá, por tanto, un menor ingreso de dólares al país. Aerolíneas, hoteles, restaurantes y agencias de viajes entrarán en un periodo turbulento, complejo. Al descender sus utilidades, generarán menos impuestos y, por consecuencia, el gobierno registrará una caída en la recaudación fiscal.
Se reitera: esto no será una recesión, pinta, así lo dictan sus síntomas, para algo peor: una aguda crisis económica con la pérdida de varios puntos porcentuales del Producto Interno Bruto.
El coronavirus, calificado como una pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS), es un factor externo que ya contagió la economía mexicana, la que se encuentra enferma y deberá ser atendida por especialistas para que no caiga en terapia intensiva… claro, si es que, finalmente, el señor de Palacio Nacional entiende la complejidad del escenario que hace cimbrar al mundo.
RESPUESTA RÁPIDA EN COMAPA ZONA CONURBADA
Desde la llegada de Jorge Rivera Schotte a la gerencia general de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa) de la Zona Conurbada, el organismo se ha caracterizado por su respuesta rápida a las peticiones de los usuarios.
Cuando existe una fuga, por ejemplo, los trabajadores de Comapa llegan, reparan el problema de la tubería y, lo que más llama la atención, pavimentan de inmediato la calle.
Tan sólo en lo que va de esta semana, el personal de la dependencia del gobierno estatal ha pavimentado 256 metros cuadrados (algo así como 170 metros lineales) en calles donde han realizado trabajos, como ha sido en las colonias ‘La Borreguera’, ‘El Charro’, Nuevo Progreso, El Bosque y Revolución Verde.
La gestión de Comapa no sólo se observa hacia fuera del organismo, sino al interior. En esta semana se puso en marcha la Semana de la Mujer, la que inició el martes con una serie de cursos y talleres para todo el personal femenino.
Esto muestra la importancia que tiene la mujer en la productividad diaria y en cada una de las áreas de la dependencia del gobierno estatal. Además, la capacitación, en la visión ejecutiva y administrativa, de Jorge Rivera Schotte, es fundamental para el crecimiento de una organización.
Finalmente, Comapa Zona Conurbada firmó en días recientes un convenio de colaboración con el Instituto de Estudios Superiores de Tamaulipas (IEST Anáhuac). De esta forma, el organismo estrecha sus vínculos con diversos sectores de la sociedad y, en este caso, con los estudiantes y la academia.
Expreso.press
