VÍCTOR HUGO DURÁN
Entre muchos de los números en materia económica anunciados recientemente, tanto de las inversiones aterrizadas, las concluidas y las que vienen en un corto, mediano y largo plazos, el centro de atención lo tiene Tampico. No solo es la entrega de los nuevos mercados municipales, que si bien le falta fecha para operar en definitiva, con sus locales llenos, el alcalde Jesús Nader ya puso un precedente en la región sur sobre un proyecto. Esto catapulta a la ciudad y a la región en lo atractivo para que el capital privado llegue. Y mientras el munícipe porteño tiene 100 millones de pesos para emprender la nueva imagen de la laguna del Carpintero e insiste con inversionistas foráneos para construir un acuario, en Ciudad Madero la ciudadanía espera esos recursos privados generadores de riqueza y empleo. La llamada urbe petrolera, siempre con dicha vocación, hoy tiene ante sí una oportunidad enorme de ponerse a la par de su vecino, pues condiciones las hay. Aquí la pregunta es: ¿cómo puede detonar el desarrollo económico? De acuerdo con directivos de la Asociación Mexicana de Profesionistas Inmobiliarios (AMPI), los corredores urbanos como el bulevar Adolfo López Mateos y la avenida Tamaulipas son muy atractivos por dos factores elementales a considerar. El primero: una población de nivel medio, medio alto y alto, con solvencia económica suficiente para adquirir más allá de los productos básicos; el segundo, ser paso obligado a playa Miramar, el máximo paseo turístico de la región, e inclusive hacia el corredor urbano Luis Donaldo Colosio, opción vial rápida hacia la zona industrial y el puerto de Altamira, respectivamente. Desarrollos comerciales importantes pueden aterrizar en predios abandonados, así como otros donde sus propietarios los ponen en venta. Si lo imaginamos y somos ambiciosos, está para ponerse al tú por tú con la zona dorada porteña, llena de restaurantes, agencias automotrices, hoteles y cines. Para la administración de Adrián Oseguera Kernion, voltear a este sector y sacarle provecho es viable. Si se suma la voluntad y la gestión, dará de qué hablar al igual como Tampico y Altamira (este último se cuece aparte por la petroquímica y el puerto). Y nosotros ganamos con más diversidad comercial y turística._
Fuente: Milenio
