Por Oscar Díaz Salazar
En un espacio paradisiaco, con el espejo del agua del “Río Bravo” como fondo, se reunió el director de Radio Televisión y Cinematografía de la Secretaría de Gobernación, Rodolfo González Valderrama, con medio centenar de reynosenses.
Ciudadanos de oficios y ocupaciones tan diversas, como lo es la sociedad reynosense, atendieron la convocatoria para conocer y conversar con el Doctor González Valderrama.
Antes de cumplir con lo que en sentido metafórico se denomina “compartir el pan y la sal”, que para esta ocasión fue el cabrito en salsa, – delicia de la gastronomía norestense-, y lechón al horno, se entabló un franco y muy interesante diálogo entre los reynosenses y el oriundo de Ciudad Madero.
En un tono que no por ser amable, respetuoso y franco, dejó de ser firme, un productor agrícola le expresó el desacuerdo con las políticas del gobierno federal en relación al campo, particularmente en el tema de “desmantelar” la red de estímulos para la agricultura comercial, en un afán de privilegiar la agricultura de auto consumo. Agregó el productor, en tono didáctico, que los norteños aplauden el apoyo a los estados del sur, pero reprueban que éste se sustente en el abandono del norte. Provocó señales de asentimiento generalizado cuando se refirió a la molestia por la crítica del presidente a quienes usan botas vaqueras, cintos piteados y buenos sombreros, que son prendas y accesorios típicos de nuestro atuendo y motivo para el orgullo, y no para la vergüenza.
Platicando en corto con algunos de los asesores de González Valderrama, entre ellos su Secretario Mauricio Castillo y el reynosense Jorge Ojeda, coincidimos en que ya los reynosenses (y los tamaulipecos) “compraron” a Rodolfo González Valderrama, que ya le ven cara de candidato y que ya le hablan como a un serio aspirante al gobierno del Estado de Tamaulipas.
