Para el amor, no hay discapacidad
Por MARTHA MARTÍNEZ
Para el amor no hay discapacidad, distinción, no hay edad, ni limitaciones. Frida y Tadeo son una prueba de ello.
Ambos se conocieron en la escuela, en el Centro de Atención Múltiple 31 de capacitación laboral, y desde hace dos años comenzaron su noviazgo. Los dos son muy alegres; sin embargo, el primer paso lo dio Tadeo con su propuesta.
“¿Frida, quieres ser mi novia?”, fue la pregunta que Tadeo hizo, propuesta aceptada por la jovencita, que al verlo sonríe coquetamente. Frida tiene discapacidad intelectual.
Ella cursa el taller de belleza, y Tadeo presenta Síndrome de Down, pero no ha sido limitante para su desarrollo personal, profesional y hoy en día, mucho menos para amar.
Tadeo aseguró que todo le gusta de Frida, sus miradas reflejan el cariño que hay entre ambos y que esperan siga por muchos años más.
Ambos son adolescentes y sus padres han dado la autorización para que disfruten de esta etapa en la escuela, sin descuidar sus responsabilidades como estudiantes, pues además deben prepararse para el futuro, independizarse y hasta formar una familia.
Así como ellos, otras dos parejas se han formado durante los últimos años al interior de la institución, a quienes se les desea suerte en el amor, pero sobre todo que perdure la amistad.
Fuente: el Mañana de Laredo